Desde el Gobierno iraní mostraron su condena a esta oleada de intoxicaciones que ya que resultó al menos con un centenar de detenciones, si bien es cierto que celebraron que afortunadamente no hubo ninguna muerte entre los estudiantes.
En la misma línea, las autoridades educativas iraníes incidieron en que no hubo casos extremadamente graves e informaron de que el personal docente del país, así como los padres de alumnos, están recibiendo instrucciones sobre cómo actuar ante un caso de intoxicación.
El Ministerio del Interior de Irán confirmó este fin de semana la detención de varias personas vinculadas con estos casos de envenenamientos, que desde Teherán consideran forma parte de un complot orquestado por países enemigos.
Teherán asegura que entre los arrestados existen casos de personas que actuaron por travesura con el objetivo de cerrar las clases, así como detenidos con motivos hostiles, cuyo fin era sembrar el terror en el pueblo y los estudiantes, creando escepticismo hacia el sistema.
Las autoridades quisieron calmar la situación, enfatizando en que afortunadamente desde mediados de la semana la cantidad de incidentes en las escuelas disminuyeron significativamente.
Los primeros envenenamientos se denunciaron hace más de dos meses en una escuela ubicada en Qom, capital de la provincia homónima, pero desde entonces se extendió a otros puntos del país, si bien es cierto que por el momento se desconoce el alcance real de esta oleada de intoxicaciones.
Tanto el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, como el presidente, Ebrahim Raisi, consideran estos incidentes parte de una conspiración orquestada desde el extranjero. Jamenei manifestó que los envenenamientos son un crimen imperdonable y abogó por castigos duros contra los responsables. (Europa Press)