Las autoridades locales ordenaron que todos los habitantes de la ciudad, también los trabajadores esenciales, se dirijan al aeropuerto Hay River Merlyn Carter y aguarden allí nuevas pautas de actuación.
“Cualquiera que permanezca en Hay River lo hace bajo su propio riesgo”, advirtió el Gobierno de los Territorios del Noroeste en una alerta. “No habrá servicios de emergencia ni respuesta disponibles”, sentenció.
Las temperaturas extremadamente altas y los fuertes vientos procedentes del suroeste dieron lugar a un evento de explosión que superó los esfuerzos de extinción de incendios en el extremo norte del incendio, según informó la oficial de comunicación sobre incendios forestales Jessica Davey Quantick, en una rueda de prensa.
La delicada situación en la zona hizo que los bomberos allí desplazados para combatir las llamas hayan sido desplazados y reubicados en áreas más seguras, aunque continúan trabajando para proteger las estructuras y, según Davey, están preparados para hacer frente a cualquier avance que el fuego pueda hacer en la ciudad.
El Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático, Shane Thompson, calificó como muy grave la evolución de la situación en Hay River, reiterando su petición de que los vecinos de la zona se mantengan alejados de las comunidades que están bajo órdenes de evacuación.
Canadá está sufriendo la peor oleada de incendios forestales de su historia. En la última semana más de 50.000 personas tuvieron que huir de sus hogares amenazadas por el fuego.
La estimación de emisiones contaminantes producidas por los incendios forestales que se originaron en Canadá a principios de mayo están en torno a 290 megatoneladas, una cifra que duplica el récord del país alcanzado en 2014, cuando se registraron 138 megatoneladas, según reflejan los datos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus. (Europa Press).