La pérdida de árboles representa millones de dólares, así como una reducción de visitantes a los lugares atractivos.
Los incendios en el oriente del país y parte de Cochabamba, han dejado pérdidas de bosques y reservas naturales, así como afectó a la salud de los bolivianos, además la humareda se extiende a países vecinos. En 2019, sólo por la quema de 40 millones de árboles, el país perdió 1.140 millones de dólares y en términos ecológicos y ambientales, la situación es irreversible.
En una nota de ANF del 2019, la estimación de la pérdida económica fue realizada por la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano, cuando también la Chiquitania registró incendios y pérdida de bosques.
En la nota explica que en septiembre del 2019, el Gobierno informó la afectación de 500 mil hectáreas por el fuego, y de acuerdo a la estimación de la Fundación, representa una pérdida de 40 millones de árboles con valor comercial.
El sector del turismo siente el impacto de los incendios en toda su cadena, debido a la cancelación realizada por los visitantes ante la humareda que provoca el fuego en el oriente y con las restricciones de vuelos aéreos.
El presidente de la Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur), Luis Ampuero, indicó que toda la cadena fue afectada, es decir, los operadores, las agencias de viajes, los transportistas, los guías y los hoteles.
Lamentó que se dé en una temporada alta de visitantes, y como ya son varias semanas del incendio, la visibilidad es casi nula en varias regiones turísticas del oriente y en otras partes del país.
Mencionó que por ejemplo, Concepción, San Ignacio de Moxos, son lugares turísticos que no pueden ser visitados por la coyuntura actual, debido a la poca visibilidad que presenta y por temas de salud.
“El efecto es enorme”, indicó al referirse sobre los incendios y su incidencia en el sector del turismo.
A nivel mundial, Bolivia está en la mira de los turistas, debido a que los incendios muestran a un país que no respeta a la naturaleza y el medio ambiente, sumado a ello, el bajo control a la deforestación.
Apuntó las pérdidas de las cancelaciones de las visitas y las reservas, deben ser asumidas por los operadores, reflexionó.
En otras oportunidades, empresarios y el sector del turismo indicaron que los bloqueos sólo suman las afectaciones a la economía y sectores productivos, sin embargo, la amenaza es latente con anuncios de estas medidas a partir de mañana.
Por otra parte, hay expectativas sobre el primer gabinete turístico que está programado para el 27 de septiembre, que será liderizado por el presidente Luis Arce. Ampuero espera se hagan los análisis correspondientes sobre las afectaciones al sector para plantear alternativas.
Reserva
Mientras tanto, en el departamento de Pando, la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, ubicada al sudoeste de esta región, es el área protegida que tiene la mayor extensión de bosque amazónico y representa el mejor ejemplo de biodiversidad dentro de este ecosistema en Bolivia.
Sin embargo, la representante de la Cámara Hotelera de Pando, Rocío Salvatierra, en contacto con EL DIARIO, con respecto a los incendios, dijo que es un tema complejo porque afecta a todos los seres humanos, más que todo a los que viven en esa región.
Lamentó que no haya apoyo de las autoridades nacionales para declarar desastre natural, y que no se hable de las 2 mil hectáreas que se quemaron de la reserva Manuripi, que es un atractivo de la región para el turismo.
Se vio frustrada al reconocer que no pueden hacer nada ante la magnitud de los desastres que provocó el fuego a su paso.
Sostiene que el turismo fue afectado debido a las restricciones de los vuelos, ya que a Cobija se llega vía aérea, porque no tiene a la fecha una carretera adecuada para que los visitantes nacionales y extranjeros lleguen a la zona.
Señaló que el departamento sigue aislado de las otras regiones del país, ya que es difícil llegar a Pando, cuya situación tiene su incidencia en el turismo.
Pando tiene la Amazonia para mostrar al mundo y a los visitantes, pero los incendios arrasan con la fauna, flora y contamina el medio ambiente.
La quema provocada en la Reserva, al parecer para lotear la Amazonia, aunque de acuerdo a normas no está permitido, pero los incendios apuntan a esta situación, según opinión de los internautas en las redes sociales.
Potencial
Desde la cordillera y el altiplano hasta los llanos y la Amazonia, Bolivia está llena de espectaculares vistas, tesoros arqueológicos y una cultura milenaria que atrae a miles de turistas extranjeros y nacionales, pero los incendios alejan a los turistas.
De acuerdo con Javier Rivera, director de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), Bolivia cuenta con un potencial turístico inigualable y único en el mundo, señala una publicación de esta universidad elaborado por Beatriz Cahuasa.
“Independientemente del tipo de turista, usualmente, las personas que llegan a Bolivia lo hacen buscando dos tipos de experiencias. Por un lado, la belleza natural de sitios que no van a poder encontrar en otras partes del mundo, como el Salar de Uyuni o el Madidi y, por otra parte, buscan el turismo cultural. En este sentido, intentan conectar con las culturas locales, aprender de ellas, ver sus procesos de producción, ver todo el conocimiento adquirido a través de generaciones y eso se ve a través de su cultura. Todo aquello que es resaltante como la belleza del Salar, la exuberancia del Madidi o la experiencia de vivir en una ciudad de altura como La Paz, son los detonantes que llaman la atención del que se anima visitar Bolivia”, explica el experto.
Reducción
La disminución de visitantes resulta en una reducción de los ingresos de hoteles, restaurantes, operadores turísticos y otras empresas dependientes del turismo. Además de la merma de la actividad turística, los incendios forestales pueden tener un impacto directo en las empresas y el empleo local.
Pero no sólo el turismo es afectado por los incendios, sino también el sector productivo, pues el fuego alcanzó a zonas productivas y arrasó sembradíos e infraestructura. La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la pasada semana, expresó su preocupación por la situación actual e informaron que hay una importante cantidad de productores damnificados por haber perdido sus inversiones en infraestructura, así como en pasturas, elemento esencial para alimentar sus animales en los próximos meses.
Los incendios forestales en Bolivia han sido una preocupación creciente en los últimos años, afectando no solo el medio ambiente y la biodiversidad, sino también dejando una profunda huella en la economía del país. Este fenómeno natural, exacerbado por factores como el cambio climático y las prácticas agrícolas no sostenibles, tiene consecuencias económicas significativas que merecen ser analizadas, según el portal fortalezasafi.com.
Uno de los efectos económicos más inmediatos es la pérdida de recursos naturales valiosos. Los bosques proporcionan una amplia gama de productos forestales no madereros, como frutas, nueces y plantas medicinales, que son esenciales para las comunidades locales y la economía nacional. Además, la destrucción de tierras agrícolas limita la capacidad del país para producir alimentos, lo que podría dar lugar a una mayor dependencia de las importaciones y, por ende, afectar negativamente la balanza comercial, señala el portal.
Asimismo, Bolivia es conocida por su rica biodiversidad y belleza natural, que atraen a turistas de todo el mundo. Los incendios forestales amenazan estos atractivos turísticos, lo que puede resultar en una disminución del turismo y, por ende, en la pérdida de ingresos para las comunidades locales que dependen de esta industria.
La industria forestal, que incluye la explotación sostenible de madera, papel y otros productos derivados, se ve directamente afectada por los incendios forestales. La destrucción de bosques reduce la disponibilidad de materias primas, afectando a las empresas del sector y generando desafíos en términos de empleo y crecimiento económico.
Salud
El humo de los incendios forestales puede dañar permanentemente el cerebro y el cuerpo. Cada vez hay más pruebas de que el humo de los incendios forestales aumenta el riesgo de enfermedades neurológicas, además de dañar los pulmones, los riñones y otros órganos, advierte una nota del portal de National Geograpfic.
Los científicos saben que el humo de los incendios forestales puede agravar enfermedades como el asma y la EPOC, aumentar el riesgo de infarto de miocardio e ictus, dificultar la concentración, reducir la capacidad del organismo para combatir infecciones y provocar inflamaciones en pulmones, riñones, hígado y probablemente otros órganos, complementa el portal.
“El problema de los incendios forestales es que lo que se quema está por todas partes”, destaca la inmunóloga de la Universidad de California Davis (Estados Unidos), Lisa Miller, que estudia los efectos a largo plazo de la exposición al humo de esos incendios en los monos Rhesus.
Impacto múltiples
Entre los múltiples impactos negativos de los incendios, tenemos la emisión de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global, alteraciones en el régimen hidrológico que causan sequías e inundaciones, contaminación de cuerpos de agua, pérdida de biodiversidad al afectar a la fauna y flora, migración de animales debido a la pérdida de hábitat y pastos, impacto paisajístico por la destrucción de la cubierta vegetal, daños a la salud humana debido a la contaminación con gases tóxicos en el aire y el agua, y la pérdida de productividad de la tierra debido a la erosión y el lavado de nutrientes, lo que afecta la capacidad de sostener la producción, de acuerdo al estudio “el Impacto de los incendios en Bolivia: un análisis nacional”, elaborado por Lykke E. Andersen, Ph.D., Sergio Choque Sunagua, Alvaro Muñoz Quisberth, Alessandra Ortiz, Carla Olmos, Fabiana Argandoña, publicado en conservation-strategy.org.
El documento señala la gravedad del problema de los incendios forestales y la degradación de bosques en Bolivia. A lo largo de los últimos 12 años, el país ha experimentado un aumento sustancial en la cantidad de focos de calor, lo que ha llevado a una pérdida significativa de bosques y a una degradación ambiental considerable. Santa Cruz y Beni enfrentan los mayores desafíos, con municipios como San Ignacio de Velasco y Exaltación, registrando cifras alarmantes de focos de calor y bosque perdido por incendios. La conservación de los valiosos recursos naturales y la biodiversidad de Bolivia es esencial y estos datos resaltan la urgencia de implementar estrategias efectivas de prevención de incendios a nivel regional y nacional.
De las 696.362 hectáreas de cobertura arbórea perdida en Bolivia durante el 2023, el 51% se debe a los incendios forestales y el resto a la expansión de la frontera agrícola. Las mayores pérdidas se registran en los departamentos de Santa Cruz y Beni, según raibolivia.org.
El fuego afectó a casi 4 millones de hectáreas en el oriente boliviano, y los incendios continúan.