«Este hospital abrirá sus puertas hasta el 30 de junio de este año, con una capacidad del 40 por ciento de su totalidad para luego habilitar paulatinamente los servicios para llegar al 100 por ciento», aseguró el presidente Lui Arce durante el acto por el 53 aniversario del municipio ubicado en el departamento de Cochabamba.
Edificado sobre una superficie de 52.430,26 metros cuadrados, el hospital se encuentra en la fase de puesta en marcha, según la agencia estatal.
En la obra se invirtieron 548 millones de bolivianos, recursos erogados en su integridad por el Tesoro General de la Nación (TGN).
«Se han dotado ya 336 ítems y contará con 200 camas hospitalarias, 26 consultorios externos, 10 sillas de hemodiálisis, cinco quirófanos, una central de esterilización, un laboratorio, una farmacia, una sala de control de procedimiento de datos, un generador de oxígeno y bombas de gases medicinales», precisó el presidente.
Contará con las especialidades de medicina interna, pediatría, ginecología, traumatología, cirugía general, cardiología, neumología, nefrología, gastroenterología, urología, imagenología, dermatología, laboratorio, entre otras.
Críticas
La pandemia de 2020 mostró las falencias que tiene el sistema de salud, y el gobierno de transición tuvo que improvisar para encarar el virus y brindar servicios a la población.
También salió a la luz sobre los préstamos que se hicieron en el gobierno de Morales para la construcción de hospitales, pero no alcanzó la expectativa. La inversión anunciada bordeaba los 1.000 millones de bolivianos.
A pesar de los anuncios gubernamentales, algunos centros hospitalarios tienen un camino difícil para ingresar en operaciones a pesar de haber sido terminados, una de las razones parece temas administrativos.
Sin embargo, Bolivia está preparada un poco mejor que en 2020, debido a la inversión realizada en la época de pandemia y los años siguientes. (Abi y EL DIARIO).