El guardaparque del Madidi, Raúl Santa Cruz (42) que intentó a finales de marzo impedir el ingreso de maquinaria pesada destinada a la explotación ilegal de oro en el área protegida, considerada la más biodiversa del planeta, resiste el asedio judicial fomentado por operadores mineros que iniciaron un infundado proceso en su contra por cumplir sus funciones y defender la naturaleza.
El pasado 30 de marzo, Raúl Santa Cruz cumplía su trabajo en el puesto de control denominado Santa Cruz del Valle Ameno en el municipio de Apolo, uno de los principales ingresos al Madidi. En el lugar los guardaparques evidenciaron que una caravana de movilidades y maquinaria pesada (cinco retroexcavadoras, diez volquetas y tres cisternas de combustible), intentaban ingresar a la zona de conservación con destino a la comunidad Virgen de Rosario, previsiblemente, para realizar actividades de explotación minera ilegal en las riberas del río Tuichi.
Santa Cruz que se encuentra, actualmente, en plena sofocación de los incendios en la región de conservación, recordó que el 30 de marzo de este año, intentaba sin éxito alguno evitar el paso de la caravana, donde fue agredido y amenazado por Ramiro Cuevas Echave, conocido en Apolo por dedicarse a la actividad minera dentro del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi.
Lo sucedido en esa oportunidad y pese al control infructuoso, ingresó la caravana de movilidades y maquinaria pesada y pese a ello originó que el operador minero, que reiteró ser “solo un agricultor más”, presente una denuncia penal infundada en contra de los guardaparques Raúl Santa Cruz y Marcos Uzquiano por el delito de difamación y calumnias.
Rodrigo Herrera, el abogado defensor, calificó como “muy extraño” que un Juez de Sentencia de Apolo haya admitido semejante denuncia en contra de ambos guardaparques, “a pesar que no existiría una coherencia entre los hechos que se acomoden a los escritos en el proceso”.
El Juez de Caranavi, en suplencia legal del Juez de Apolo, programó la audiencia de juicio oral para el 15 de noviembre de este año. “El proceso demanda el actuar del guardaparque, aduciendo que se habría dañado la reputación y el honor del supuesto operador minero que repite ser solo un agricultor y de la tercera edad”, explicó Herrera.
QUE LLEGUE EL JUICIO
“Quiero que llegue de una vez ese día (audiencia del juicio oral del 15 de noviembre), porque es mucha preocupación, sólo cumplía con el respectivo monitoreo y control, y exigía la autorización para el ingreso de esa maquinaria”, dijo Santa Cruz y confirmó su compromiso para hacer cumplir las normas que rigen la gestión en las áreas protegidas de Bolivia, “donde no debería existir ninguna actividad minera”.
Según Herrera, en la audiencia judicial se determinará la culpabilidad o no de los guardaparques y la autoridad judicial puede emitir una sentencia de hasta tres años de cárcel, en caso de considerar procedente el infundado proceso.
AUDIENCIAS ANTERIORES
La audiencia del juicio oral, tiene previsto cumplirse después de tres audiencias de conciliación que no llegaron a un acuerdo entre las partes.
La primera del cinco de mayo pasado, fue suspendida por no haberse notificado a los guardaparques; la segunda del seis de julio, no estuvo presente uno de ellos; y la tercera del 25 de julio, el querellante Ramiro Cuervas no quiso conciliar y el guardaparque Raúl Santa Cruz, reiteró que su actuar se fundamentó en el cumplimiento de sus funciones.
Existen convenios internacionales que protegen a los defensores ambientales dedicados a trabajar en la conservación de las áreas protegidas. Sin embargo, no están siendo respetados, además los guardaparques no son respaldados por las propias autoridades del Estado.
Pese a ello Raúl Santa Cruz que se encuentra, actualmente, sofocando los incendios en el Madidi, aseguró tener la “moral bien fortalecida por haber cumplido con su trabajo al conservar y proteger la biodiversidad más grande y única del mundo”. (Comité Pro Defensa de los Guardaparques de Bolivia)