El informe apunta directamente a organismos como el Aparato de Disuasión para Combatir el Crimen Organizado y el Terrorismo de Libia (Dacot), las Fuerzas Armadas Árabes Libias (LAAF), la Agencia de Seguridad Interna (ISA) o el Aparato de Apoyo a la Estabilidad (SSA).
«La situación de los Derechos Humanos en Libia se está deteriorando, están surgiendo autoridades estatales paralelas y las reformas legislativas, ejecutivas y del sector de seguridad necesarias para defender el estado de derecho y unificar el país están lejos de llevarse a cabo», señala el informe.
El presidente de la misión independiente, Mohamed Auajjar, precisó que es necesaria una rendición de cuentas urgente para poner fin a la impunidad generalizada. Además, hizo un llamamiento a las autoridades libias para que realicen una hoja de ruta centrada en las víctimas y en la justicia transicional.
En concreto, el informe recoge numerosos casos de violaciones de Derechos Humanos, como detenciones arbitrarias, asesinatos, violaciones, esclavitud, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas principalmente cometidos contra migrantes que intentaban atravesar el país de camino a Europa, pero también hay casos de graves abusos contra ciudadanos libios.
Muchas víctimas, denuncia el texto, no denunciaron por temor a represalias, detenciones, extorsiones o falta de confianza en el sistema judicial libio. La misión determinó que estas violaciones de derechos se cometieron en centros de detención oficiales y en prisiones secretas.
«Los ataques contra, entre otros, defensores de los Derechos Humanos, activistas por los derechos de las mujeres, periodistas y asociaciones de la sociedad civil creó una atmósfera de miedo que llevó a las personas a la autocensura, la clandestinidad o el exilio», destaca el informe. (Europa Press)