El líder del Partido Popular (PP) Alberto Núñez Feijóo aseguró, tras ganar las elecciones generales del domingo, que explorará «todas las vías» para conformar un «gobierno estable» en España frente a una «coalición de perdedores» encabezada por el candidato socialista, Pedro Sánchez, que «necesitaría a más partidos que nunca para su investidura».
Mencionó entre ellos a ERC y EH-Bildu, que han anunciado que «subirán el precio» de su apoyo, y a un «prófugo de la Justicia». Se ha referido así a Carles Puigdemont, cuyo partido, Junts, sería clave para investir a Sánchez.
Feijóo sostuvo, además, que ya ha comenzado los contactos para su investidura con el PNV, Coalición Canaria, UPN y Vox y que ha quedado en retomar el contacto con el PSOE cuando se conozca el escrutinio completo, reivindicando en todo momento su «derecho» a «dialogar» con otras formaciones y a «generar una alternativa de gobierno para el país».
El líder del PP sostuvo tras reunión con la Junta Directiva Nacional de su partido en Génova, donde los ‘populares’ han analizado unos resultados agridulces para el Partido Popular, ya que a pesar de ganar 47 escaños más que en 2019 y vencer en las elecciones, no suma mayoría absoluta con Vox y por ahora no parece que pueda tener los apoyos suficientes para investir a Feijóo presidente.
«NO HEMOS ALCANZADO
NUESTRAS EXPECTATIVAS»
«No hemos alcanzado nuestras expectativas», admitió Feijóo, que ha destacado, sin embargo, que el PP ha logrado un resultado «que parecía imposible» cuando asumió la presidencia del partido hace un año tras la salida forzada de Pablo Casado en la mayor crisis del partido.
«Hace un año, se reunía aquí un partido en crisis, con menos alcaldes, menos presidentes autonómicos y muy pocas posibilidades de cambiar» el rumbo del país, enfatizó: «Hoy se reúne aquí un partido distinto, unido, recuperado. Hoy se reúne de nuevo el primer partido de España». Además, destacó que el Partido Popular logró tres millones de votos más que en 2019 y «una mayoría amplia en el Senado»: «Hemos experimentado el mayor crecimiento en votos de nuestra historia en unas elecciones».
Feijóo se había marcado como objetivo en la campaña superar los 150 escaños (se ha quedado en 136) para poder gobernar en solitario y muchas encuestas, ahora fallidas, ofrecían esa posibilidad. «No me arrepiento de exigirme ganar con mucho frente a quienes se conforman con perder por menos», afirmó, lanzando un dardo al PSOE, que ha celebrado su segundo puesto tras obtener dos escaños más (122) y ante la posibilidad de que Sánchez pueda seguir gobernando.
«NO SEREMOS REHENES DE
NADIE, TAMPOCO DE SÁNCHEZ»
Feijóo sostuvo que mantiene «intacta» su «convicción» de que España «necesita un cambio», un tiempo «nuevo, de moderación y de entendimiento» para no depender «de minorías radicales ni independentistas».
Dijo también que, como vencedor del 23J, ha iniciado los contactos para su investidura. La misma noche electoral, con el PSOE, «a petición de su candidato», y se han emplazado a hablar de nuevo tras conocer el escrutinio final. Ha añadido que por la mañana ha hablado con el líder de UPN, que le ha confirmado su apoyo en una investidura, así como con Coalición Canaria, «con quien se ha abierto camino».
Asimismo, se refirió al PNV (que ya dijo que no apoyaría un gobierno con Vox y mostró su preocupación por que el PP intentase derogar leyes apoyadas por los nacionalistas en la última legislatura). Y, por último, ha manifestado a Vox: «Hemos quedado en continuar conversando a lo largo de la semana con el planteamiento de si está dispuesto a apoyar o no un cambio del gobierno sanchista».
Para Feijóo, solo hay tres posibles escenarios. El primero, que se permita gobernar al ganador de las elecciones, «un criterio permanente que ha seguido en la historia de la democracia española». En segundo lugar, un bloqueo, y, en tercer lugar, una «mayoría alternativa» de quienes han «perdido» las elecciones «con el apoyo tácito» de populistas e independentistas.
Y después de que el PP haya apelado al PSOE en las últimas horas para facilitar su investidura, ha advertido: «No seremos rehenes de la voluntad de nadie, tampoco del candidato socialista». Sánchez, por su parte, no contempla el bloqueo y ve posible su investidura. Este lunes, ha dicho que «España encontrará la fórmula de la gobernabilidad».
«YO NO VOY A RENUNCIAR
A LOGRAR EL CAMBIO»
Aseguró que el resultado del PP le permite «poner en marcha una legislatura, un gobierno» y «trabajar por la gobernabilidad», lo que a su juicio es «la responsabilidad histórica» del PP ahora mismo. Y ha advertido de que España «no puede permitirse alianzas a la contra ni bloqueos».
Tras admitir ser consciente de la «enorme dificultad» que esto entraña y de saber desde el día en que decidió liderar el PP que «este cambio histórico no sería fácil y menos en 15 meses» que lleva al frente del partido, aseguró que «merece la pena intentarlo».
«No voy a renunciar a lograrlo», ha dejado claro. Y es que una de las imágenes más comentadas de la noche electoral fue la interrupción de los asistentes en Génova a Feijóo para corear el nombre de Isabel Díaz Ayuso. Precisamente, los líderes territoriales ‘populares’ han cerrado filas este lunes en torno a la figura de Feijóo, entre ellos la presidenta madrileña, que a su entrada a Génova ha rechazado que el liderazgo del presidente del PP esté en entredicho y ha asegurado: «Estoy a su entera disposición, pienso estar a su lado en todo momento».
Feijóo ha concluido su intervención asegurando que este momento «exige altura de miras, sentido de Estado y dar lo mejor de nosotros mismos». «Los españoles tienen mi palabra de que vamos a estar a la altura de la confianza y la responsabilidad que ha salido directamente de las urnas, no podría ser de otra manera», ha zanjado.
LA AUDAZ ESTRATEGIA DE PEDRO SÁNCHEZ
Nadie lo daba como ganador. Ni en los sondeos, ni en los medios ni a pie de calle. De hecho, Pedro Sánchez, el actual presidente de España y candidato del PSOE, quedó segundo en las elecciones generales de este domingo.
Pero celebró los resultados de los comicios como si hubiera sido el ganador.
Y no solo porque sobre el papel tiene más opciones de formar gobierno que quien quedó primero, el candidato del Partido Popular (PP) Alberto Núñez Feijóo. Sino también porque superó las expectativas de voto que tenía.
De un escenario en el que se pronosticaba que perdería votos y escaños, pasó a otro en el que no sólo mantuvo los escaños en el Congreso de los Diputados, sino que los aumentó: de 120 a 122.
Y la de Sánchez, como decíamos, era baja. Y hacérselo saber a sus votantes antes de las elecciones para que se movilizaron y acudieron a las urnas fue parte de su estrategia.
«La gestión de expectativas de Pedro Sánchez, muy baja, le ha jugado a favor, porque el PP entró en esa ola victoriosa de que iba a arrasar desde las elecciones municipales de mayo pasado», nos explica Gabriela Ortega, politóloga y directora de estrategia de la Institución Educativa ALEPH.
Los votantes de Sánchez, ante la expectativa de un gobierno de derecha del PP con el apoyo de la extrema derecha de Vox, acudieron en ayuda de su candidato.
Pero esta no fue la única estrategia que usó Pedro Sánchez en esta campaña electoral.
Originalmente estos comicios estaban previstos para final de año, pero tras los resultados de las elecciones municipales de mayo, en las que el PP arrasó, Pedro Sánchez anunció el adelanto de las generales para julio, un mes inusual en España para votar y, además, con un margen escaso de tiempo para organizarse. (Rtve.es/BBC News)