Los buzos de la Marina Real de Reino Unido capacitan a las tropas ucranianas para encontrar y neutralizar de manera segura las minas y otros artefactos explosivos con el principal objetivo de que se pueda retomar la vida en el país tras terminar la guerra.
Los marineros británicos están impartiendo la capacitación en el lago Ewe, en el noreste de Escocia, junto con aliados de la OTAN, entre los que se encuentran Estados Unidos, Francia, Bélgica y Georgia, según un comunicado oficial de la Marina Real.
El entrenamiento ha ido desde la limpieza de rutas de navegación en aguas profundas hasta hacer que las aguas poco profundas y las playas sean seguras para las incursiones anfibias. También ha cubierto la limpieza de puertos, embarcaderos y cualquier otra infraestructura de posibles amenazas.
«Hemos podido reforzar las relaciones y unirnos en una sola fuerza multinacional capaz de encontrar y destruir amenazas submarinas o marítimas para el comandante del grupo de trabajo», explicó la oficial a cargo de la Unidad de Buceo Delta 1, la teniente Ali Aindow.
Aindow añadió que «los buzos de la Armada de Ucrania han sido geniales, ha sido una oportunidad brillante para compartir experiencias y aprender técnicas unos de otros».
«Los ucranianos están realmente concentrados y su entusiasmo por el entrenamiento ha sido asombroso», ha concluido la teniente.
Asimismo, Estados Unidos informó que «en cuestión de semanas» comenzará a entrenar a pilotos ucranianos en el manejo de los aviones de combate F-16.
El anuncio del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, le siguió a las palabras del presidente Joe Biden el pasado mes de mayo, durante la cumbre del G7 en Japón, en la que, finalmente, anunció que las Fuerzas Armadas estadounidenses se sumarían a estas capacitaciones.
Estas actividades, «un esfuerzo conjunto» de los aliados de Occidente, no tendrán efectos inmediatos en la contraofensiva que Ucrania está librando, sino que, por el contrario, apuntan a reforzar a Kiev «en sus necesidades de defensa a largo plazo».
Es por ello que, de momento, no se ha precisado una fecha en la que estos aviones llegarán al país. «A medida que se desarrolle la capacitación, nuestra coalición de países que participan en este esfuerzo decidirá cuándo proporcionar aviones, cuántos proporcionaremos y quién se los proporcionará», agregó Biden durante su visita al país nipón.
Los F-16 son una de las principales demandas del presidente Volodimir Zelensky, que asegura que forman parte del armamento clave para derrotar a las tropas rusas.
Hasta el momento, los pedidos de Kiev no han sido exitosos ya que ningún país ha suministrado estas naves ni ha brindado precisiones sobre ello aunque varios, como Polonia, ya llevan meses formando a los soldados ucranianos, algo celebrado por la Unión Europea.
«Estoy feliz de que, finalmente, el entrenamiento de pilotos para los F16 haya comenzado en varios países», dijo el alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, sostuvo, sin embargo, que la entrega de los F-16 va más allá del entrenamiento y el envío ya que, una vez en su poder, los ucranianos deberán encargarse de darles mantenimiento y de contar con las suficientes municiones para poder volarlos.
«No hay armas mágicas», dijo por su parte el general del Ejército, Mark Milley, quien precisó que diez de estos aviones cuestan unos USD 2.000 millones de dólares y, por tanto, en estos momentos, los sistemas de defensa antiaérea siguen siendo las armas más útiles para el país.
Por otro lado, la Casa Blanca confirmó, este viernes, que el grupo Wagner abandonó por completo Ucrania y, por tanto, ya no representa una amenaza latente para las tropas de Zelensky aunque advirtió que se están «reintegrando» en el Ejército de Rusia.
«Hemos visto informes de que las tropas del Grupo Wagner continúan moviéndose hacia esa región (Bielorrusia) y creo que continúan consolidándose allí», señaló la portavoz adjunta del Departamento de Defensa, Sabrina Singh. (Infobae/Europa Press)