El grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el Ejército sudanés protagonizan enfrentamientos que ya dejaron al menos tres muertos y decenas de heridos, en lo que supone una grave escalada de violencia en el país.
En el primer informe preliminar, el Sindicato de Médicos de Sudán señaló que al menos dos ciudadanos fueron asesinados en el aeropuerto de Jartum, el más grande de Sudán, y otro pereció a raíz de un disparo en Al Obeid, en el sur del país africano.
Las FAR acusaron al Ejército sudanés de lanzar una acción contra una de sus bases en Jartum, mientras que las Fuerzas Armadas aseguraron que lo realizaron en respuesta a un ataque que las FAR habían llevado a cabo previamente en Jartum.
Las FAR calificaron esta acción de brutal ataque y llamaron al pueblo sudanés y a la opinión pública internacional y regional a condenar este comportamiento cobarde y a unirse en este crítico momento histórico.
Por su parte, el portavoz del Ejército sudanés, Nabil Abdulá, dijo a la radio oficial Omdurman: “Las Fuerzas de Apoyo Rápido atacaron nuestras tropas en varios lugares, lo que requería una respuesta”, sin dar más detalles.
Testigos presenciales señalaron que hubo también un tiroteo en las inmediaciones del cuartel general del ejército y la residencia del líder militar y presidente del Consejo Soberano, Abdelfatah al Burhan.
El enviado especial de la misión de Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, condenó enérgicamente el estallido de los combates en Sudán y pidió el cese inmediato de las hostilidades entre el ejército y el grupo paramilitar.
“El representante Perthes se comunicó con ambas partes para pedirles el cese inmediato de los combates y para garantizar la seguridad del pueblo sudanés y evitar que el país no sufra más violencia”, dijo la misión de la ONU en un breve comunicado.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó desde Vietnam, donde se encuentra de visita, que aunque la situación en Sudán es frágil, todavía existe una oportunidad real de luchar por una transición hacia un gobierno civil.
La Fuerza Aérea sudanesa comenzó ayer a bombardear posiciones del grupo paramilitar en un intento de repeler la agresión de la que calificó como milicia rebelde, iniciada esta mañana después de que las FAR acusaran al Ejército sudanés de atacar una de sus sedes.
Las FAR, por su parte, señalaron que se habían hecho con el control del Palacio Presidencial, así como el aeropuerto internacional de Jartum, un extremo que las Fuerzas Armadas desmintieron.
Asimismo, el ejército señaló en otro comunicado que en los bombardeos han destruido el campamento de Soba, el lugar donde ayer tuvieron lugar un brutal ataque, según las FAR, y que ha desencadenado los combates posteriores.
Estos enfrentamientos se producen dos días después de que el ejército advirtiera que el país está atravesando una coyuntura peligrosa que puede llevar al conflicto armado, después de que se movilizaran unidades de las FAR en la capital sudanesa y otras ciudades sin el consentimiento o coordinación de las Fuerzas Armadas.
Esta movilización se produjo en medio de negociaciones para alcanzar un acuerdo político definitivo que ponga fin a la asonada de 2021 y lleve a Sudán a una transición democrática, un pacto cuya firma fue pospuesta en dos ocasiones este mes de abril precisamente por las tensiones y rivalidades entre el Ejército y las FAR.
Las FAR surgieron de las milicias Yanyawid, acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad durante el conflicto de Darfur (2003-2008) y son lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, que es considerado el hombre más poderoso de todo Sudán. (Infobae).