Ciprian Gustavo Uluyi Bartolom茅
La educaci贸n es un proceso que ayuda al ser humano a formar parte de la sociedad, legitima y opera en todos los espacios sociales y simb贸licos que el hombre como ente social ha construido para su continuidad. La familia, la iglesia, el vecindario, los espacios laborales y de juego y, por supuesto, la escuela, son solo algunos contextos donde se educa a la sociedad.
Ante la complejidad de la educaci贸n, la sociedad moderna ha creado instituciones para que se hagan cargo de ciertas tareas y acciones que favorezcan su estabilidad, funcionamiento y desarrollo, as铆 como para superar los conflictos que en ella surjan. Fue as铆 como surgi贸 una instituci贸n especializada en ofrecer un conjunto de conocimientos que los espacios y encuentros informales y espont谩neos no pueden ense帽ar. Dicha instituci贸n es la encargada de llevar a cabo el complejo proceso de ense帽anza-aprendizaje, mediante el cual las nuevas generaciones se apropian de la informaci贸n y conocimientos sobre ciencia, tecnolog铆a, literatura o arte, la cual denominamos escuela, centro escolar o instituci贸n educativa.
En la sociedad contempor谩nea, la escuela proporciona a los individuos acceso a contenidos culturales que est谩n fuera del alcance de los grupos primarios, es decir, la familia, los amigos y el vecindario, siendo la responsable de impartir lo que se ha denominado educaci贸n formal. Podemos decir que la escuela es un invento social lleno de representaciones simb贸licas que construye significados, valores, aspiraciones y expectativas que operan en las formas de pensar, de querer y relacionarse entre los individuos y la naturaleza, creando en ellos im谩genes de lo que deben ser y hacer como miembros de la sociedad.
Las pr谩cticas educativas en la escuela tienen un fundamento moral, cuyas acciones se ejecutan sobre la naturaleza del sujeto para dirigirla o para oponerse a ella mediante prohibiciones y restricciones, pr谩cticas pedag贸gicas repetitivas que, al mismo tiempo de potencializar sus habilidades, crean valores y orientaciones que permiten a los alumnos adquirir los elementos fundamentales de la moralidad colectiva. As铆, las escuelas asumen la responsabilidad de planificar y organizar el aprendizaje de los ni帽os.
La escuela es un art铆culo de consumo intelectual y social que se ofrece a la comunidad, para lo cual indaga la importancia o el inter茅s que los grupos de poder le otorgan y despu茅s intenta guiar a los alumnos hacia aquello que en 煤ltimo t茅rmino es valioso, importante y necesario.
A partir de estos referentes, la educaci贸n escolarizada en Bolivia trabaja con una diversidad cultural en las comunidades ind铆genas del pa铆s, las cuales conforman una poblaci贸n numerosa y representativa. Cada pueblo ind铆gena posee una identidad cultural, estrechamente asociada a ciertas tradiciones y a su dialecto. Seg煤n la UNESCO, todo grupo 茅tnico-cultural tiene derecho a pertenecer a una determinada cultura y ser reconocido como diferente, a conservar su propia cultura y patrimonio cultural tangible o intangible, y a no ser forzado a pertenecer a una cultura diferente o ser asimilado por ella.
La identidad de un pueblo es definida hist贸ricamente a trav茅s de m煤ltiples aspectos que plasman su cultura, por ejemplo, la lengua, instrumento de comunicaci贸n y construcci贸n de realidad entre los miembros de la comunidad, las relaciones sociales, los ritos y ceremonias, o los comportamientos colectivos, es decir, los sistemas de valores y creencias. En este sentido, la lengua es un elemento indispensable para nombrar esta cultura, transmitirla, reconstruirla y aprenderla, por lo que la lengua del ind铆gena es un elemento de identidad cuya p茅rdida conduce al abandono de sus ra铆ces, al olvido e incomprensi贸n de sus or铆genes.
Podemos afirmar que el fortalecimiento de la identidad cultural no tiene como 煤nico objeto conservar a las culturas; tambi茅n busca impulsar el despliegue de sus potencialidades en el presente y en el futuro, permitir el ejercicio de los derechos culturales, establecer canales m谩s justos de di谩logo y participaci贸n en la toma de decisiones y evitar procesos de interacci贸n avasalladores entre culturas diferentes.
Su relaci贸n con el 谩mbito educativo, las formas y modelos de atenci贸n a las poblaciones ind铆genas tienen y han tenido el mismo denominador, el de integrar a las comunidades originarias a la sociedad hegem贸nica occidentalizada.
Si bien es cierto que uno de los logros de estos movimientos ind铆genas ha sido el derecho a la educaci贸n p煤blica, todav铆a no se ha concretado cabalmente un servicio educativo que atienda su diversidad cultural y que garantice a todos los miembros de los pueblos indios una formaci贸n que integre su historia, conocimientos, t茅cnicas, sistemas de valores y lengua materna. En este sentido, se debe analizar el uso de la lengua materna en las escuelas ind铆genas, evitando la desaparici贸n de lenguas a trav茅s del fomento del di谩logo en lenguas originarias.