El organismo explicó en un comunicado que sólo podrá dar asistencia de emergencia a tres millones de personas al mes, luego de que en marzo tuviera que reducir las raciones del 75 al 50 por ciento a comunidades que experimentan niveles de emergencia a nivel de hambre.
Asimismo, en abril y mayo se vio forzado a dejar a ocho millones de personas sin asistencia humanitaria, mientras que el nuevo recorte implica que 1,4 millones de madres lactantes y embarazadas, así como sus hijos, no recibirán comida especializada diseñada para evitar la desnutrición.
«En medio de unos niveles preocupantes de hambre y desnutrición, estamos obligados a elegir entre los que pasan hambre y los hambrientos, dejando a millones de personas ante la incertidumbre de conseguir su próxima comida», dijo la directora del PMA para Afganistán, Hsiao Wei Lee.
Por ello, el PMA adelantó que espera un drástico repunte durante los próximos meses de los ingresos en centros en los que se trata a afectados por desnutrición, a tiempo que incidió en que necesita mil millones de dólares (en torno a 930 millones de euros) en los próximos meses para dar ayuda a 21 millones de personas.
«Sigue existiendo una pequeña ventana de oportunidad para evitar una catástrofe en Afganistán, pero nos estamos quedando sin tiempo», dijo Lee.
Por último, el organismo reclamó a los gobiernos que prioricen la entrega de financiación para las operaciones humanitarias a nivel mundial e incidió en que la falta de fondos está forzando a recortar la entrega de ayuda en un momento en el que los niveles de hambre están en niveles récord, con disminuciones en la entrega de apoyo en casi la mitad de los países donde opera. (Europa Press).