El Papa se recupera progresivamente de la operación que le realizaron el pasado miércoles por una hernia abdominal, pero hoy rezará el Ángelus en privado por consejo médico.
“En los últimos días se suspendieron todo tratamiento por vía venosa y se alimenta con una dieta semilíquida. No tiene fiebre y las constantes hemodinámicas son estables. Sus análisis de sangre y la radiografía de tórax postoperatoria son buenos”, explicó el cirujano que le operó en el hospital Gemelli de Roma, Sergio Alfieri.
En una rueda de prensa en el hospital Alfieri, también especificó que se le desaconsejó realizar esfuerzos ya que lleva una malla protésica para permitir la completa reparación de los músculos del abdomen y por tanto su correcta cicatrización. De este modo, no aparecerá en público hoy para celebrar el ángelus desde el hospital, como ya hizo en su anterior hospitalización en julio de 2021 tras la operación del colon.
Está previsto que el Papa permanezca ingresado en el hospital al menos toda la semana que viene, según confirmó Alfieri, que descartó cualquier problema cardíaco.
En julio de 2021 el Papa se sometió a una operación de colon por un problema de diverticulitis y el domingo que estaba hospitalizado rezó el ángelus desde la ventana de la habitación del Gemelli.
El cirujano que operó por segunda vez en el Policlínico Gemelli al Papa explicó que el origen del «laparocele encarcelado», la hernia intestinal de las adherencias que estaban causando a Francisco dolores y molestias cada vez mayores, se formó en correspondencia con cicatrices de cirugías anteriores en años pasados.
El Pontífice se sometió hasta la fecha a cuatro intervenciones quirúrgicas: dos cuando era sacerdote en Argentina (1957 y 1980) y dos como Papa, en el Hospital Gemelli: la de extirpación de un tramo de intestino con divertículos en julio de 2021 y la del pasado miércoles. De las palabras del cirujano se desprende que el laparocele (una hernia que se forma sobre una cicatriz de una operación anterior y que al agrandarse puede quedar encarcelada o estrangulada, causando diversas complicaciones) no estaba relacionado con la operación que se realizó hace dos años en otra zona del intestino, sino con las cirugías anteriores realizadas en Argentina.
La primera de ellas fue la que extirpó el ‹quiste de equinococo› en el pulmón del joven Jorge Mario Bergoglio. En el reciente libro ‹La salute dei Papi› (Piemme edizioni), el médico y periodista Nelson Castro entrevistó a Francisco sobre su historial médico previo. De hecho, el Papa recuerda en el libro el episodio ocurrido cuando tenía 21 años. En aquella ocasión, se le identificaron tres quistes en total en el lóbulo superior del pulmón derecho.
También había un derrame pleural que le causaba dolor y dificultades respiratorias. Tras meses de tratamiento para eliminar el derrame, el médico decidió operar para extirpar un trozo de pulmón.
El Papa también fue operado en 1980, cuando tenía más de 40 años, en la vesícula biliar. Según el doctor Alfieri fue esta segunda operación la que le provocó una hernia abdominal y por la que fue operado el miércoles para liberar las cicatrices internas. (Europa Press).