La ONU conmemoró ayer el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, para poner el foco principalmente en contextos de violencia como el de Ucrania y en otros más alejados del foco global, en algunos casos considerados crisis olvidadas. Cada vez más niños viven en zonas en conflicto, según un informe de Save the Children publicado en noviembre, ya son al menos 230 millones y la de Ucrania es una crisis que no muestra visos de solucionarse.
El portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Ucrania, Damian Rance, advierte del «impacto dramático» que tiene el conflicto para las vidas y el futuro de todos y cada uno de los 7,8 millones de niñas y niños del país, a quienes la agresión rusa le robó sus cumpleaños, sus recuerdos escolares y su tiempo con amigos y familiares.
En este Día Internacional, «desde Unicef recordamos que todos los niños y niñas ucranianos deben recibir apoyo para continuar aprendiendo ahora, para estar protegidos y para tener la oportunidad de alcanzar todo su potencial, independientemente de donde se encuentren», añadió Rance, teniendo en cuenta que “no podemos posponer la recuperación de los niños y niñas en Ucrania».
Vidas en el aire como la de Dmytro (nombre ficticio), que vive junto a su madre y sus seis hermanos en Chernígov, cerca de la frontera con Rusia y Bielorrusia. Cuando empezó la guerra, la familia se encerró durante un mes sin electricidad ni agua y, más de un año después, viven bajo constante alerta.
MÁS DE 500 MUERTOS
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos realiza su particular informe sobre las víctimas infantiles del conflicto, si bien asume que los datos reales serán considerablemente mayores por las dificultades para verificar las informaciones o la imposibilidad de recabar datos en ciertas zonas que siguen siendo inaccesibles, especialmente en el este de Ucrania.
Sin embargo, ya tiene confirmados al menos 525 niños fallecidos, mientras que la cifra de heridos ronda los 1.050. La jefa de la misión de observación de la ONU, Matilda Bogner, reconoció que hay poco que celebrar, cuando los niños siguen pagando un alto precio por el conflicto desatado ya hace más de 15 meses.
El de Ucrania, además, es sólo uno de los múltiples focos de un mundo marcado por la violencia en diversos focos. Según Unicef, desde el año 2005 más de 104.000 niños murieron o quedaron mutilados, 93.000 fueron reclutados por grupos armados, unos 25.700 secuestrados y más de 14.200 sufrieron violencia sexual en todo el mundo, entre otros datos. (Europa Press).