Según las informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias Tasnim, los ejecutados son parte de una banda criminal dedicada al tráfico de cocaína, opio y metanfetamina que fue desarticulada en 2014 durante una operación de las fuerzas de seguridad.
El objetivo de dicha operación fue la conocida como banda Panjak, considerado uno de los principales cárteles de la cocaína en Irán y liderada por Hosein Panjak. El grupo estaba además integrado por varios de sus familiares, según las autoridades iraníes.
Por otra parte, la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR) señaló a través de su cuenta en la red social Twitter que cuatro personas condenadas por violación fueron ejecutadas durante la jornada.
«Cuatro hombres fueron ejecutados en la prisión de Rajai Shahr, en Gohardasht (situada al oeste de la capital, Teherán)», dijo, antes de agregar que «las identidades de los condenados a muerte por cargos de violación, no fue determinada por el momento».
El director de IHR, Mahmud Amiri-Moqadam, señaló a través de Twitter que «durante los últimos días, 64 personas fueron ejecutadas en Irán». «La máquina de matar del gobierno se acelera. Su objetivo es aterrorizar a la gente y sus víctimas son los más débiles de la sociedad», denunció.
Estas ejecuciones tienen lugar dos días después del ajusticiamiento de dos personas condenadas por «profanar el Corán» e «insultar al islam y a Mahoma». El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, afirmó que «de media, más de diez personas son ejecutadas cada semana en Irán». (Europa Press)