El objetivo es fortalecer la disuasión avanzando en los preparativos para amenazas a las que es difícil responder con la red de defensa antimisiles existente, según informó el periódico nipón ‹Yomiuri Shimbun›.
Las armas hipersónicas viajan a velocidades, cinco veces más rápidas que la velocidad del sonido (Mach 5) y vuelan a baja altura en trayectorias irregulares, lo que las hace difíciles de detectar con los radares existentes y por tanto, difíciles de interceptar.
China lanzó con éxito su misil en julio de 2021, Rusia lo utilizó en su invasión de Ucrania y Corea del Norte, también realizó repetidas pruebas de lanzamiento desde septiembre de 2021 y algunos analistas dicen que la prueba en enero de 2010 voló a una velocidad máxima de alrededor de Mach 10.
Como contramedida, el Ministerio de Defensa de Japón está trabajando para mejorar las capacidades del misil tierra-aire de medio alcance Tipo 03 (Chu-SAM) de la Fuerza de Autodefensa Terrestre y los nuevos misiles SM-6 instalados en los barcos Aegis de la Fuerza de Autodefensa Marítima también tienen capacidades de intercepción limitadas. (Europa Press).