La Casa Blanca publicó una imagen satelital de la ubicación de la futura planta en la zona económica especial de Alabuga, a unos 900 kilómetros al este de Moscú.
“La asociación militar entre Rusia e Irán parece estar profundizándose”, dijo Kirby en un comunicado, citando información de inteligencia de Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que publicaría un nuevo aviso del gobierno para ayudar a las empresas y los gobiernos a asegurarse de que no estén contribuyendo inadvertidamente al programa (de drones) de Irán.
Washington estima que Rusia recibió cientos de drones de ataque, así como equipos relacionados de Irán para ayudar a la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
Según datos estadounidenses, los drones se construyen en Irán, “se envían a través del Mar Caspio y luego las fuerzas rusas los usan operativamente contra Ucrania”, dijo Kirby.
La Casa Blanca publicó un mapa que muestra la supuesta ruta de entrega desde la ciudad iraní de Amirabad hasta Makhachkala en el sur de Rusia, desde donde los drones se transportan a una base aérea en Primorsko-Akhtarsk en el mar de Azov.
Rusia estuvo utilizando vehículos aéreos no tripulados iraníes en las últimas semanas para atacar a Kiev y aterrorizar a la población ucraniana, agregó Kirby, refiriéndose a los vehículos aéreos no tripulados o drones.
Washington hizo sonar la alarma sobre los esfuerzos de Moscú para comenzar a fabricar drones iraníes.
“Tenemos información de que Rusia está recibiendo materiales de Irán necesarios para construir una planta de fabricación de vehículos aéreos no tripulados dentro de Rusia”, dijo Kirby.
A su vez, Irán busca comprar aviones de combate Su-35, helicópteros de ataque, radares y aviones de entrenamiento de combate YAK-130 de Rusia por valor de miles de millones de dólares, según la Casa Blanca.
“Seguiremos imponiendo sanciones a los actores involucrados en la transferencia de equipo militar iraní a Rusia para su uso en Ucrania”, dijo Kirby.
Irán negó repetidamente las acusaciones de Estados Unidos de enviar suministros militares a Rusia durante su guerra contra Ucrania, ahora en su segundo año.
La guerra revivió la cooperación entre Moscú y Teherán, ambos enfrentando un creciente aislamiento internacional.
Los dos países anunciaron recientemente la construcción de un enlace ferroviario destinado a eludir las rutas marítimas tradicionales y las sanciones internacionales. (Infobae/Afp).