Gustavo Manrique Miranda, ministro de Relaciones Exteriores, afirmó que estos recursos promoverán la resiliencia climática y apoyarán la pesca sostenible, dando un paso clave en la transición a una economía donde la diplomacia, la conservación y las finanzas avancen de la mano para generar bienestar. “Los ecuatorianos siempre hemos estado profundamente ligados al océano y comprendemos el valor que la naturaleza aporta a nuestra gente y economía”, indicó.
Asimismo, Pablo Arosemena Marriott, ministro de Economía y Finanzas, mencionó que, al completar la conversión de deuda por la naturaleza más grande del mundo, Ecuador protege sus activos naturales irreemplazables, reduce la deuda pública, aumenta la estabilidad fiscal y crea oportunidades para satisfacer otras necesidades básicas como la atención médica y la educación. “Con esta transacción histórica, continuamos generando confianza a nivel global, entre inversionistas y prestamistas, que pudieran brindar aún más oportunidades para generar empleos y crecimiento económico en el futuro”, acotó.
Estos esfuerzos fortalecerán las áreas protegidas de Galápagos, es decir sus dos Reservas Marinas y el Parque Nacional, priorizando labores de monitoreo, control y patrullaje, lo que permitirá asegurar la integridad de los ecosistemas marinos claves del archipiélago, incluyendo especies migratorias en peligro crítico como los tiburones ballena y martillo, tortugas marinas, entre otros. Los recursos también apoyarán el trabajo de Ecuador para monitorear la salud de los océanos, promover la pesca sostenible y fortalecer la resiliencia climática.
Al respecto, el ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, José Antonio Dávalos, resaltó que el canje de deuda por naturaleza es un hito histórico que marca un antes y un después en el desarrollo ambiental y económico del país. “Gracias al compromiso del Gobierno del Ecuador, la conservación deja de ser un tema aislado de un solo ministerio y se convierte en una acción global, coordinada y de cooperación de todos quienes habitamos el planeta azul”, manifestó Dávalos, a la vez que subrayó que fortalecer la gestión en la reserva marina y de las demás áreas protegidas garantiza que las nuevas generaciones puedan continuar disfrutando del ecosistema de este patrimonio de los ecuatorianos y de la humanidad.
El acuerdo cumple con la promesa del presidente Guillermo Lasso de garantizar recursos a perpetuidad para administrar y fortalecer la Reserva Marina de Galápagos y la nueva Reserva Marina Hermandad que juntas suman 198 mil kilómetros cuadrados de superficie.
Finalmente, el ministro Manrique destacó que el diálogo y el consenso entre la comunidad, los pescadores, los ambientalistas, los académicos y las organizaciones no gubernamentales fueron esenciales para expandir con éxito las protecciones marinas y definir las actividades que se financiarán a través de la conversión de deuda.
Este mecanismo financiero demuestra el compromiso decidido de Ecuador para avanzar hacia una transición ecológica que dé paso a una economía productiva, inclusiva y sostenible. (Información emitida por la Embajada del Ecuador en Bolivia).