El enfrentamiento tuvo lugar en torno al mediodía de ayer en Makki, entre la provincia suroriental afgana de Nimruz y la provincia iraní de Sistán y Baluchistán, significó disparos de artillería y armas ligeras.
El Ministerio del Interior talibán confirmó el enfrentamiento e informado de la cifra provisional de fallecidos a través de su portavoz Abdul Nafi Takur, que acusó a las fuerzas iraníes de iniciar las hostilidades, ahora finalizadas.
Por contra, responsables de seguridad iraníes, acusaron a los fundamentalistas talibán de lanzar primero el ataque sin considerar y observar las leyes internacionales y buena vecindad.
«Se enfatiza que las fuerzas fronterizas de la República Islámica de Irán responderán resueltamente a cualquier violación y agresión fronteriza, y los actuales gobernantes de Afganistán deben rendir cuentas por sus acciones irreflexivas que son contrarias a los principios internacionales», añaden los responsables iraníes.
Por su parte, el portavoz talibán, aseguró que la situación ahora está bajo control y remarcado que el Emirato Islámico (los talibán) no tienen intención de pelear con sus vecinos.
Tras el final de los enfrenamientos, representantes de la guardia fronteriza y de los talibán convocó a una reunión de emergencia para investigar las causas de la tensión.
Los enfrentamientos coincidieron durante una reunión del ministro talibán de Exteriores, Amir Jan Muttaqi, con el embajador iraní en Kabul, Hasán Kazemi Qomi, en medio de crecientes tensiones entre los dos países por los derechos de agua, concretamente en torno al agua del río Helmand, también conocido como Hirmand. (Europa Press).