El Ministerio de Defensa taiwanés no quiso comentar las noticias aparecidas en medios digitales sobre la presencia de un avión militar de espionaje chino Y-9, que volaba el pasado 24 de septiembre detrás de un vuelo de Cathay Pacific entre Hong Kong y Shanghái.
Al acercarse a la zona de vigilancia taiwanesa, el Y-9 se situó justo debajo del avión comercial, lo que le permitió desaparecer del radar durante unos diez minutos.
El avión fue registrado en los portales de seguimiento de vuelos FlightAware y Flightradar 24, el mismo día que Taipéi alertó de un incremento de la actividad militar china en la región costera cercana a Taiwán, en la bahía de Dacheng, provincia de Fujian, informa el diario ‘South China Morning Post’.
Desde el Gobierno subrayaron que están vigilando estrechamente la situación, medios de inteligencia, vigilancia y sistemas de reconocimiento. Las maniobras militares chinas incluyen aviones de combate, drones, bombarderos y buques de guerra, según el Ministerio.
Un teniente general retirado de las Fuerzas Aéreas taiwanesas, Chang Yen Ting, calificó la maniobra de caballo de Troya que permite camuflar un avión de combate. «Si tres o cinco aviones de combate comunistas vuelan en formación vertical bajo la cobertura de aviones civiles podrían sorprendernos con un ataque sorpresa que les permitiría llegar a Taipéi y otras grandes ciudades en apenas 5 o 10 minutos», advirtió.
Esta ruta comercial china fue aprobada en 2018 por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a pesar de las protestas reiteradas de Taiwán por la cercanía a la región de información de vuelos de la isla.
Taiwán cuenta con un Gobierno independiente desde 1949, pero China considera el territorio bajo su soberanía. La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán, fue hasta ahora la de una reunificación pacífica bajo el principio un país dos sistemas. (Europa Press)