La pérdida de la enorme reserva del embalse remodelará el mapa de Ucrania, sus hábitats y sus medios de subsistencia, poniendo en peligro a las comunidades que dependen del agua para beber y cultivar, obligando a los agricultores a cerrar sus negocios, empujando a las ciudades a reubicarse y alterando los delicados equilibrios ecológicos. Funcionarios ucranianos advirtieron que al menos 150 toneladas de petróleo almacenadas dentro de la planta de energía hidroeléctrica en la represa Kajovka fueron arrastradas a la vía fluvial.
El agua también ingresó a los estanques de enfriamiento de la planta de energía atómica más grande de Europa, en Zaporizhzhia, aunque los expertos nucleares descartaron que exista una amenaza inmediata.
“Hay consecuencias catastróficas para el medio ambiente”, indicó el ministro de Medio Ambiente de Ucrania, Ruslan Strilets.
“Algunos de nuestros ecosistemas, los hemos perdido para siempre”, agregó.
Es probable que el impacto más grande e inmediato sea para los residentes del sur de Ucrania que dependían del agua del embalse para sus necesidades diarias, así como para la agricultura que es la fuente de gran parte de las exportaciones agrícolas del país.
Aunque es posible que Ucrania pueda extraer agua del suelo para compensar parte de la pérdida del embalse, puede agotarla rápidamente, dijo Doug Weir, director de investigación y políticas del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, una organización británica que estuvo rastreando el impacto ambiental de la invasión rusa.
Pasarán semanas hasta que se aclaren todas las consecuencias de un impacto tan masivo y repentino en el ecosistema, indicaron algunos expertos los expertos.
“La gente no tendrá agua potable”, dijo Anna Ackermann, miembro de la junta de Ecoaction, una de las principales organizaciones cívicas ambientales de Ucrania, quien agregó que estaba preocupada por el impacto humano de la destrucción de la represa. “No habrá agua para sembrar campos”.
También agregó que los contaminantes de las industrias agrupadas a lo largo de las orillas del río Dniéper, podrían ser arrastrados hacia la vía fluvial y hacia el Mar Negro.
“Todavía no sabemos cómo será”, dijo. “Imagínese esta inundación que desciende, que se lleva todas las represas y todos los vertederos y todas las áreas industriales. Habrá muchos contaminantes diferentes en el agua”.
Ackermann aseguró que incluso podría quedar algo de riesgo de radiación del desastre nuclear de Chernobyl de 1986 si la contaminación quedara atrapada en los sedimentos que se habían acumulado en el fondo del depósito.
“Hay muchos escombros diferentes que fluirán, incluso de todas las fábricas y talleres que producen y usan productos químicos y diferentes cosas tóxicas”, dijo Mohammad Heidarzadeh, profesor asistente de arquitectura e ingeniería civil en la Universidad de Bath.
“Las roturas de represas como esta en última instancia pueden liberar todos los materiales peligrosos que puedas imaginar. Todo es arrastrado por las aguas”, dijo.
Señaló que Brasil todavía está luchando para evaluar los impactos de roturas de presas tan grandes como la de Kajovka que ocurrieron hace años.
Dado que el río Dnieper fue una línea de frente en el conflicto, una inundación repentina podría traer otros peligros, incluido el barrido de minas antipersonas que se habían colocado en los terraplenes y su traslado a otros lugares inesperados.
“Hay una gran cantidad de municiones y minas sin detonar que ahora están siendo barridas por inundaciones bastante agresivas”, dijo Weir.
En octubre, un grupo de ingenieros suecos había manejado las posibles consecuencias en caso de que Rusia usara explosivos para destruir la presa.
El modelo, realizado por la firma Damningsverket, predijo que una ola de agua de 13 a 16 pies de altura golpearía a Kherson en 19 horas. El estudio aseguró que el agua saldría a borbotones del embalse más rápido que el agua que sale de las Cataratas del Niágara, y advirtió que las ciudades ribereñas se verían abrumadas.
Uno de los autores de ese estudio, Henrik Olander-Hjalmarsson, dijo en un comunicado que el evento real probablemente causará más daños.
Los funcionarios ucranianos también advirtieron de una gran liberación de petróleo, más de 150 toneladas, que se almacenaron dentro de la planta. Ese llamado “oro negro” podría tener un impacto significativo, dependiendo de cómo se comporte dentro de la corriente de agua, dijo Ackermann.
Debido a que la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia usa agua del embalse para llenar sus tanques de enfriamiento, existen algunas preocupaciones sobre el impacto a largo plazo de la falla de la represa.
Pero la Agencia Internacional de Energía Atómica dijo que la instalación está posicionada para evitar un colapso, ya que tiene acceso a piscinas de aguas alternativas que pueden mantener fríos los reactores y las barras de combustible durante al menos los próximos meses.
El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, advirtió que la instalación permanece en estado de alerta máxima, ya que cualquier interrupción de los estanques de enfriamiento restantes podría elevar rápidamente la amenaza de un incidente nuclear.
La ubicación de la planta nuclear aguas arriba de la represa le permitió evitar inundaciones potencialmente catastróficas. Además, fue diseñada con dispositivos de seguridad para mantener los sistemas de enfriamiento funcionando en caso de que el agua del depósito no estuviera disponible, como sucede ahora.
La planta está bajo control ruso. Si bien el OIEA mploró a los combatientes que eviten pelear cerca del lugar, eso probablemente sea inevitable ya que Ucrania presiona para recuperar el control del área. Esa lucha amenaza con desestabilizar aún más la situación. (Infobae)