Las advertencias que hicieron los economistas en su momento, indicando que la economía nacional ingresaba a una situación complicada por mala administración, sobre todo, por el modelo económico, se cumplieron, ahora sólo depende del Gobierno realizar un aterrizaje suave o forzoso, depnderá de las medidas que aplique para evitar la profundización de la crisis, con las sugerencias planteadas por los expertos.
La falta de dólares en el mercado nacional obedece a la reducción de las Reservas Internacionales, a pesar del incremento de las exportaciones, la situación se podría complicar pues en lo que va del año suman dos meses con déficit comercial.
Los excedentes de los sectores estratégicos llegaron a su fin, ahora buscan financiamiento internacional para cubrir los gastos y la inversión pública.
El economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, aclaró que los recursos externos para los proyectos u obras, no serán desembolsados de inmediato, debido a que el dinero llega de acuerdo al avance de los trabajos.
Informó que hay créditos contratados, que no han sido desembolsados por más de 1.800 millones de dólares, a esto se debe sumar los financiamientos negociados de alrededor de 3.000 millones, que están a la espera de contratos.
Espinoza sostiene que la adquisición de créditos no es la herramienta correcta para salir de este problema.
Señaló que el problema que enfrenta la economía boliviana es similar a un tema de balanza de pagos, pues requiere muchos recursos en poco tiempo y los créditos del Banco Interamericano de desarrollo (BID) o CAF no cuadran.
Apuntó que se requiere de créditos para financiar la balanza de pagos. El Fondo Monetario Internacional, pero también otros organismos internacionales, son los que pueden prestar recursos para cubrir los déficits.
Entretanto, Antonio Saravia describió en su @tufisaravia, en su entrevista con SNTV HD. No estamos al borde de una crisis, estamos en crisis.
Sugerencias
Los economistas coincidieron, por separado, que la eliminación del Impuestos a Las Transacciones Financieras (ITF), levantar las restricciones a las exportaciones y reducir el gasto en el funcionamiento del aparato estatal, es decir bajar el número de funcionarios públicos, sería un paso importante para evitar el colapso de la economía.
También indicaron que se debe crear un clima favorable para la atracción de capitales extranjeros y nacionales, otorgar seguridad jurídica y trabajar en la reducción de la subvención a los hidrocarburos, que absorbe recursos, especialmente dólares.
Sin embargo, el Gobierno ya señaló que no eliminará la subvención y tampoco modificará el tipo de cambio fijo, y a pesar de las medidas del BCB, de vender a la divisa a una cotización de 6,95 bolivianos por dólares a los exportadores, el Bono Remesa y la venta directa de la divisa, la situación no cambia, más bien la empeoró, pues promovió un mercado paralelo a un precio superior del oficial.
Modelo
Por su parte, el economista y docente de la Universidad Católica de Bolivia, Gonzalo Chávez, indicó en sus redes sociales que el modelo económico boliviano primario, exportador, rentista, comerciante y centralista, está agotado.
Eso se debe a que los generadores de excedentes están desapareciendo. De una renta petrolera de 5.489 millones de dólares bajó a 2.289 millones en 2022, menos de 3.200 millones.
Con respecto a los anuncios de las autoridades sobre la venta de carbonato de litio y el ingreso al proceso de industrialización, Chávez señaló que todavía está lejos este anhelo.
Apuntó a sectores que deberían tributar, como los auríferos, cocaleros y los grandes comerciantes, que mueven significativos recursos que van más allá de los 5.000 millones de dólares.
Profundización de la crisis
A criterio del presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, la situación económica del país es preocupante, y estimó que va camino a una «crónica de una muerte anunciada».
Romero señaló que las autoridades nacionales deben tomar decisiones importantes en este primer semestre para evitar que la estabilidad macroeconómica se complique aún más.
Según Romero, aunque hay diferencias con lo que ha sucedido en los años 80, existe un riesgo latente de devaluación de la moneda y sobre endeudamiento público importante si no se toman medidas adecuadas a corto plazo.