La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y las nueve asociaciones departamentales denunciaron ayer que extrabajadores de Página Siete se encuentran en estado de indefensión, después de haber soportado varios meses sin salario y sin la cobertura de sus prestaciones sociales. Hoy desconfían de que la justicia laboral reponga sus derechos.
“Los reclamos formulados tras el cierre de Página Siete (29 de junio de 2023) dejan en claro que al riesgo cotidiano de la búsqueda de información y las dificultades para ejercer la libertad de expresión, se añade el incumplimiento de normas mínimas de protección y prestaciones laborales por parte de los empleadores”, se lee en el comunicado difundido ayer por la ANPB y las nueve asociaciones departamentales de periodistas del país.
Algunos extrabajadores manifestaron que desde julio de 2023, están esperando audiencia con la ministra de Trabajo, Verónica Navia, empero a la fecha no existe respuesta. Los inspectores que atienden en plataformas, solo hicieron una relación de sueldos adeudados y finiquitos.
“(Lo que pasa con los extrabajadores) constituye una señal de alerta respecto a la situación laboral de quienes ejercemos el periodismo en nuestro país”, advierte el comunicado de la ANPB.
Extrabajadores y experiodistas de Página Siete, anunciaron el lunes que presentaron una demanda laboral y publicaron un pronunciamiento titulado “El lado oscuro de la tormenta perfecta”, que explica los motivos que los obligaron a asumir esa medida legal. El proceso se abrió contra los representantes legales de la Empresa Editorial Luna Llena, firma dueña de la marca del periódico, Raúl Garáfulic y Carlos Saravia, a quienes se les reclama el pago de salarios, finiquitos y otros beneficios sociales que, en algunos casos, se adeudan desde 2020.
Los extrabajadores explicaron que la opción legal se dio luego de una larga e infructuosa negociación con el principal socio y propietario de ese medio de comunicación.
“En todos estos procesos, los anuncios que nos hacían era de que se está negociando, mañana, pasado, la próxima semana, etc. (…) en todo este proceso el señor Garáfulic nos recordaba que los procesos laborales duran muchos años y, que él, como ocurre con muchos empresarios, iba a recurrir a apelaciones para que nuestros sueldos lleguen en un largo tiempo”, dijo uno de los extrabajadores.
Recordaron que hasta el día del repentino cierre de Página Siete, 70 trabajadores continuaron con su labor diaria, pese a no percibir sueldos, en algunos casos hasta por siete meses, convencidos de que los ejecutivos cumplirían los compromisos que por varios meses sostuvieron, una reestructuración y el pago total de la deuda.
“TORMENTA PERFECTA”
Ese 29 de junio de 2023, luego de que por medio de una reunión virtual Garáfulic informara a los 70 trabajadores que desde ese momento se quedaban sin trabajo, sin entregar ningún documento que respalde sus motivos, el empresario publicó en la página web del medio una nota titulada: “Fin del camino. Carta a los lectores de Página Siete”.
A 101 días de aquella carta y los compromisos incumplidos por parte de Garáfulic y quienes lo acompañaron en su gestión, los periodistas de Página Siete decidieron emitir un pronunciamiento con un encabezado que refuta al dueño del nombre del periódico: “El lado oscuro de la ‘tormenta perfecta’ en Página Siete”.
El abogado Álvaro Vásquez, que patrocina a los extrabajadores, manifestó que entre los factores que llevaron al cierre de Página Siete también se debe contar la mala administración realizada por Garáfulic y Saravia.
El jurista aclaró que el 6 julio de 2023, un primer grupo de extrabajadores presentó una demanda laboral, por medio de la cual se logró conocer que Garáfulic y Saravia, representantes legales desde la creación del impreso en abril de 2010, realizaron operaciones de diferente índole para el resguardo de sus bienes y luego salieron del país, el primero a Brasil hace más de 10 meses y el otro “de vacaciones” a Estados Unidos.
Pese a ello, se confirmó que ambos tienen varias propiedades registradas a su nombre, cuyo valor, desde un inicio, pudo cubrir con solvencia los beneficios sociales adeudados. Pero lo que resultó más llamativo fue conocer que Garáfulic y Saravia no renovaron la matrícula de comercio en el Servicio Plurinacional de Registro y Comercio (Seprec), que feneció el 31 mayo; es decir, 29 días antes del cierre del periódico, hecho que sumado al presunto traspaso de sus propiedades genera la sospecha que existió una planificación para el cierre de Página Siete.