Por: Lic. Héctor Molina
Recordemos que…
La cultura se refiere a todo lo que un grupo de personas comparte y que les da un sentido de identidad y pertenencia. Esto incluye tanto aspectos materiales (como arte, tecnologÃa, y arquitectura) como inmateriales (como lenguaje, religión, y tradiciones).
Asimismo, la cultura es un concepto fundamental tanto en sociologÃa como en psicologÃa, y se refiere al conjunto de creencias, valores, normas, costumbres, sÃmbolos, y prácticas que caracterizan a un grupo social o una sociedad. Es a través de la cultura que los individuos aprenden a comportarse, a entender el mundo que les rodea, y a interactuar con otros.
Cultura de antes Vs. Cultura actual
Las diferencias entre la cultura de antes y la cultura actual son profundas y reflejan cambios en la sociedad, la tecnologÃa, y las formas en que las personas se relacionan entre sà y con el mundo.
Antes, la comunicación era más directa y personal, ya que las relaciones se desarrollaban principalmente cara a cara. Con la llegada de la tecnologÃa, especialmente con Internet y las redes sociales, la forma de comunicarse ha cambiado radicalmente. Ahora, es común que las personas se conecten con otras de diferentes partes del mundo, pero a la vez, las interacciones pueden ser más superficiales.
El sociólogo Marshall McLuhan describió cómo los medios de comunicación transforman la percepción de la realidad. Su idea de «el medio es el mensaje» sugiere que la forma en que nos comunicamos influye más en la sociedad que el contenido de la comunicación.
Los valores tradicionales solÃan estar basados en la estabilidad, la lealtad a la familia y la comunidad, y una vida basada en la religión o creencias espirituales. Las normas sociales eran bastante rÃgidas, y el cambio era visto con escepticismo.
En la cultura moderna, los valores son más variados y flexibles. Hay un mayor énfasis en la autoexpresión, la tolerancia, y la apertura a diferentes formas de vida. El cambio y la innovación son bienvenidos, y hay una tendencia hacia la secularización, con menos influencia de la religión en la vida diaria.
En las culturas tradicionales, la jerarquÃa social era clara y estable, con una estructura de clases o castas que determinaba el lugar de una persona en la sociedad. Las familias extendidas y las comunidades locales tenÃan un papel central.
Hoy en dÃa, las estructuras sociales son más fluidas. Las personas pueden cambiar de clase social y la movilidad es mayor, tanto geográfica como socialmente. Las familias nucleares, más pequeñas y a menudo dispersas, son comunes, y la individualidad ha ganado protagonismo.
La globalización ha unificado aspectos de la cultura, creando una cultura global compartida en la que la música, el cine, la moda, y la tecnologÃa se consumen de manera similar en diferentes partes del mundo. Esto contrasta con el pasado, donde las culturas eran más aisladas y diversas.
El sociólogo Anthony Giddens habla de cómo la globalización ha «comprimido» el tiempo y el espacio, haciendo que las culturas locales se mezclen y se transformen en una cultura global.
En el pasado, la economÃa estaba centrada en la agricultura y la producción artesanal, con roles de género bien definidos y pocas oportunidades de movilidad social.
Hoy, la economÃa es más diversa y basada en la tecnologÃa y los servicios. Las oportunidades laborales son más amplias, y hay una mayor igualdad de género en el acceso al trabajo. Sin embargo, también existen desafÃos como la precariedad laboral y la automatización.
Antes, el acceso a la educación y al conocimiento estaba restringido a ciertas clases sociales, y la transmisión del conocimiento era más formal y jerárquica.
En la actualidad, la educación es más accesible y se valora el aprendizaje continuo. Internet ha democratizado el acceso a la información, permitiendo que más personas tengan acceso a recursos educativos.
La tecnologÃa ha transformado profundamente el estilo de vida moderno. Antes, las personas vivÃan de manera más simple, con un enfoque en la autosuficiencia. Hoy, la tecnologÃa ha simplificado muchas tareas, pero también ha creado nuevas formas de estrés y dependencia.
El sociólogo Zygmunt Bauman describe la modernidad lÃquida, en la que todo es más cambiante e incierto, incluyendo las relaciones personales y los estilos de vida, debido en parte al impacto de la tecnologÃa.
Estos cambios reflejan una transición desde una cultura más estática y homogénea hacia una cultura más dinámica y diversa. Entender estas diferencias ayuda a comprender mejor el mundo en el que vivimos y cómo hemos llegado hasta aquÃ.