A pesar de que recién difundieron datos de la inflación, un poco elevada, así como de comercio exterior, en el que muestran superávit de 71 millones de dólares, los economistas señalan que hay desconfianza de las cifras. La crisis económica continúa debido a la escasez de dólares y por el alza de los precios de los productos de la canasta familiar.
Recientemente, el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia, informó sobre el superávit comercial alcanzado en abril de 71 millones de dólares, por volumen y precio.
Al respecto, el especialista financiero Jaime Dunn, publicó en su twitter y declaró a un medio de Santa Cruz «que mensualmente el país requiere de $us 1.000 millones», por lo que calificó de anecdótico el dato del INE.
«Hay una negación de parte del Gobierno. No quieren admitir que hay un problema serio», dijo.
Entre tanto, para el presidente de Economistas de Tarija, Fernando Romero, si bien el INE muestra mejoría de las exportaciones, pero más obedece a una balanza de importaciones, que mermó debido a la escasez de dólares.
Hay limitaciones en el mercado cambiario y los agentes económicos tanto privado o público acuden al mercado paralelo, lo que encarece más los productos nacionales como los importados.
La escasez de dólares va provocando un proceso inflacionario, así lo refleja el dato a mayo, el más alto del año.
La explicación de Arandia, en la presentación del comercio internacional, respecto a la inflación, obedece al incremento del precio del pollo y el huevo.
Mientras el gobierno destaca el dato de la baja inflación, aunque en los últimos meses la cifra subió. El economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, dijo en sus redes sociales que los datos elevados a los anteriores meses generan sorpresa y desconfianza en la mayoría de la gente que va al mercado, porque no corresponde lo que dice el INE.
Recordó que en mayo la cifra alcanzó a 0,57% el índice de Precios al Consumidor (IPC) y a 12 meses, subió a 2,9%.
También, el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, observó los datos de la pobreza, que se hace de acuerdo a un modelo del gobierno sin tomar varios parámetros, por lo que señaló que el dato estadístico no refleja la realidad.
Explica que la diferencia de inflación y subida de precios está en que la población siente en su bolsillo, mientras el primero es sólo un dato estadístico, que es resultado de una muestra mayor de productos.
Chávez recordó la palabra de Evo Morales, al indicar que no quisiéramos pensar que se están cocinando datos. Los alimentos subieron en 1,67% en mayo, la mayoría de las personas pobres destinan 70% de sus ingresos a la compra de productos de la canasta familiar, y sienten el alza.
Señaló que si bien hay precios subsidiados y fijos, pero el producto se redujo. Explica que como el IPC tiene una gran cantidad de productos que se miden, los precios altos se compensan con los que registran un menor valor, por lo que al final la cifra en promedio resulta ser menos.
Dijo que el tomate subió en 22% y el huevo en 3%, cuando estos suben, pesan mucho en el presupuesto de las familias más vulnerables.
Crecimiento y
endeudamiento
Hace unos días el Banco Mundial difundió sus perspectivas económicas 2023, en la misma reduce nuevamente el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia a 2,5%, mientras el gobierno señala que estará entre los tres primeros. Paraguay registraría la cifra mayor, 4,8% y ecuador con 2,6%.
Para Romero la escasez del dólar americano desde primer trimestre 2023 empuja a la economía a un proceso recesivo, de desaceleración. «No hay dólares en la economía, difícilmente se puede mover la misma. Nuestra economía necesita comprar materias primas e insumos», recordó.
Desde hace unos meses los economistas plantearon a las autoridades del sector económico a hacer cambios en su modelo económico, debido a que el mismo se agotó, una vez que cayeron los ingresos del gas y la situación no cambiaría en el corto plazo, también se observa una caída de la producción.
El gobierno acude a endeudamiento externo y también interno, cuyo riesgo es la emisión de billetes inorgánicos. Observa que las políticas económicas del gobierno no han sido suficientes, pues la escasez de dólares continúa.
Lo correcto sería destrabar las exportaciones y reducir el gasto público para subir la inversión pública.
En su momento, el economista Antonio Saravia aseguró que se destinan 19 millones de dólares por día para sueldos y salarios.
«Tenemos un Estado «Elefanteásico»; durante 10 años ha tenido déficit fiscal y que acomoda a sus partidarios como funcionarios en 76 empresas públicas ineficientes (85% deficitarias). Son algunos de los datos (que esconde el gobierno) que nos presenta», de acuerdo al economista.
Mientras tanto, Espinoza en su @g_espinoza reflexiona sobre las acciones del gobierno y que la situación se agrava cada vez.
“(…) las medidas que se tienen que tomar son muy obvias, por lo que es claro que no hacen lo que la lógica dicta porque no quieren o no pueden (…). “Esta es la razón por la que Arce y su gente nos llevan, inevitablemente, a la profundización de la crisis (que ya vivimos) y son, al mismo tiempo, incapaces de resolverla: no la entienden, porque su óptica es incapaz de percibir la dinámica detrás de una economía del siglo XXI, que con todos sus bemoles, está 70 años más adelante de lo que ellos son capaces de entender”, concluye.