“El Gobierno quiere inyectarles recursos (a los productores avícolas) para que puedan reponer a la brevedad posible todas las aves ponedoras que se han perdido”, destacó el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzáles, a tiempo de indicar que los créditos para el sector productivo serán otorgados con celeridad a través del Banco de Desarrollo Productivo BDP – SAM.
El objetivo de éste fondo es otorgar créditos accesibles para capital de operación a los productores de huevo de mesa del departamento de Cochabamba, a fin de que puedan realizar la reposición de su producción afectada por la influenza aviar y de esta manera garantizar la seguridad alimentaria de los bolivianos, como también reactivar la economía del sector productivo.
En Bolivia, el brote de influenza aviar se confirmó a partir del 27 de enero de 2023, por lo cual, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) activó un plan de contingencia para contener la enfermedad, desplegando para ello un equipo técnico en la zona afectada para evitar la diseminación del virus. El último brote registrado fue el 30 de marzo y en menos de dos meses se logró contener la enfermedad.
En base al reporte generado por el Senasag, la gripe aviar de alta patogenicidad habría afectado a 591.968 aves en seis municipios del departamento de Cochabamba, aunque la mayor incidencia se concentró en los municipios de Sacaba y Quillacollo.
Como resultado de la aprobación de este fideicomiso, se prevé reponer 436.941 pollitas BB (gallinas de postura comercial), lograr una producción anual de 137.155.909 huevos y alcanzar la estabilización del precio del huevo a nivel nacional.