La Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin por cometer crímenes de guerra debido a su participación en los secuestros de niños de Ucrania.
El tribunal dijo en un comunicado que Putin es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población (niños) y del traslado ilegal de población (niños) de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa.
También emitió una orden ayer para el arresto de Maria Alekseyevna Lvova-Belova, Comisionada para los Derechos del Niño en la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, por acusaciones similares.
La CPI dijo que su sala de instrucción encontró que hubo motivos razonables para creer que cada sospechoso es responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y transferencia ilegal de población de áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa, en perjuicio de niños ucranianos.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, declaró este mes tras una visita en ucrania que los presuntos secuestros de niños eran objeto de una investigación prioritaria.
El tribunal, creado en 2002 para juzgar los peores crímenes cometidos en el mundo, investiga desde hace más de un año posibles crímenes de guerra o contra la humanidad cometidos en Ucrania durante la ofensiva rusa.
Ni Rusia ni Ucrania son miembros de la CPI, pero Kiev aceptó la competencia del tribunal sobre su territorio y trabaja con el fiscal.
Los expertos admitieron que era poco probable que Moscú entregue a los sospechosos al tribunal. Rusia rechaza las acusaciones de crímenes de guerra.
Una investigación respaldada por la ONU citó los ataques rusos contra civiles en Ucrania, incluida la tortura y el asesinato sistemáticos en las regiones ocupadas, entre los posibles problemas que equivalen a crímenes de guerra y posiblemente crímenes de lesa humanidad.
La amplia investigación también encontró delitos cometidos contra ucranianos en territorio ruso, incluidos niños ucranianos deportados a quienes se les impidió reunirse con sus familias, un sistema de filtración destinado a señalar a Reino Unido.
En su primer informe redactado desde que Rusia inició su ofensiva contra Ucrania, el 24 de febrero de 2022, la Comisión de investigación de la ONU concluye que las situaciones que examinó respecto al traslado y la deportación de niños, dentro de Ucrania y a la Federación de Rusia respectivamente, violan el derecho internacional humanitario y constituyen un crimen de guerra.
Vladímir Putin, firmó un decreto en mayo de 2022 para facilitar la concesión de la ciudadanía rusa a algunos menores.
“La comisión constató que las oleadas de ataques realizados por las fuerzas armadas rusas desde el 10 de octubre de 2022 contra las infraestructuras energéticas ucranianas, y el recurso a la tortura por parte de las autoridades rusas podrían constituir crímenes contra la humanidad”, apuntó, recomendando que se abran investigaciones adicionales.
El grupo descubrió un esquema de detención ilegal generalizado en las zonas controladas por las fuerzas armadas rusas, contra varias personas, incluyendo mujeres y niños.
El mes pasado Lesia Zaburanna, diputada de Parlamento ucraniano, denunció que más de 16.000 niños ucranianos fueron deportados a Rusia desde que comenzó la invasión a Ucrania el pasado 24 de febrero de 2022
La parlamentaria aseguró que en este período otros 350 niños fueron dados por desaparecidos y se logró establecer a un total de 9.510 menores que estaban ilocalizables desde que se inició el conflicto.
Zaburanna dijo que la cifra de menores deportados representa el 20% de los niños de Ucrania y señaló que al menos la mitad fueron separados de manera forzada de sus padres.
Asimismo, la parlamentaria denunció que los pequeños son forzados a recibir mensajes de propaganda política rusa durante horas, con la intención de idelogizarlos en favor del Kremlin.
La autoridad señaló que la mayoría de los niños que son llevados a Rusia los separan de sus padres, a quienes les prometen documentación, pero una vez estando en el territorio ruso, la realidad es otra.
Además denunció que esta práctica, la cual calificó de crimen humanitario, fue realizada por Rusia desde 2014 cuando invadió el territorio de Crimea. Aseguró que desde entonces, más de 40.000 niños fueron deportados al territorio ruso y a las zonas militarmente ocupadas.
Daria Herasymchuk, comisionada del Presidente de Ucrania para los Derechos del Niño y la Rehabilitación, aseguró que, “la cifra oficial de niños que murieron en la guerra es de 461″, pero, “no es la final, que sabemos que será mayor, porque aún estamos en la búsqueda de muchos. Hay niños que no tenemos identificados. Por otro lado, el número de niños heridos hoy es de 927. Pero al mismo tiempo todos los niños del país están heridos psicológicamente de algún modo. “Estamos hablando de 7 millones de ellos. Todo lo que está sucediendo con los niños en esta guerra es un acto de genocidio contra nuestro pueblo”.
Asimismo, Mykola Kuleba, quien es el CEO de la fundación Save Ucrania, aseguró que por cada soldado ucraniano asesinado, siete niños son deportados a Rusia y los territorios ocupados. (Infobae).