La Corte Penal Internacional (CPI) advirtió ayer que no se dejará intimidar por Rusia tras colocar al fiscal Karim Khan en una lista de personas buscadas por haber emitido una orden de arresto contra el presidente Vladímir Putin.
“La CPI considera que estas medidas son inaceptables. La corte no se dejará intimidar en la realización de su mandato legal de garantizar la rendición de cuentas por los crímenes más graves”, dijo el tribunal con sede en La Haya en un comunicado.
En marzo pasado, la CPI publicó una orden de detención contra el presidente ruso como presunto responsable de la deportación ilegal de niños ucranianos y su traslado de zonas ocupadas en Ucrania a Rusia, lo que supone un crimen de guerra según el tratado de este tribunal conocido como Estatuto de Roma.
La sala de cuestiones preliminares de la CPI también emitió una segunda orden de detención contra la política rusa María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, con la misma acusación.
Ambas órdenes de detención son las primeras de este tipo que emite la CPI en el contexto de su investigación por posibles crímenes de guerra cometidos por Rusia en la invasión ilegal a Ucrania.
Tras las órdenes contra Putin y su funcionaria, Khan defendió la posibilidad real de que el ruso enfrente un juicio por crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
“Quienes creen que es imposible” que el líder ruso rinda cuentas por los actos cometidos en Ucrania “no entienden la historia”, aseguraba el fiscal, hoy blanco de persecución rusa.
El fiscal citó como ejemplos los Juicios de Núremberg (1954-1946) -por los crímenes de guerra en la Alemania nazi- y el proceso judicial por el genocidio de Ruanda. “Todos ellos implicaron a individuos poderosos e imponentes y, sin embargo, acabaron en los tribunales”, agregó Khan.
Entonces, el fiscal señaló también que la orden de detención contra Putin es un mensaje claro: “Nadie debe sentir que puede cometer un genocidio o crímenes contra la humanidad con impunidad”.
El principal desafío que tiene la CPI en este caso es la detención de los sospechosos porque este tribunal no puede celebrar juicios en rebeldía. El caso estará paralizado hasta que los arrestados estén en la prisión de La Haya y puedan asistir a las sesiones, escuchar las acusaciones y defenderse.
De momento, con esta orden ya emitida, Putin y Lvova-Belova se arriesgan a ser detenidos si viajan a uno de los 123 países miembros de la CPI porque los Estados firmantes de su tratado están obligados a cooperar con el arresto de los sospechosos.
La CPI instó a los 123 Estados miembros del tribunal a “redoblar sus esfuerzos para proteger al tribunal, a sus funcionarios y a su personal”.
Se pudo ver la foto de Khan en la base de datos del Ministerio del Interior ruso. El aviso lo describía como un hombre nacido el 30 de marzo de 1970 en Edimburgo (Escocia), pero no especificaba su delito. Rusia, que no es miembro de la CPI, dijo previamente que la orden contra Putin es “nula”.
Kiev afirma que más de 16.000 niños ucranianos fueron deportados a Rusia desde el comienzo de la invasión de Moscú en febrero de 2022, y que muchos de ellos puestos supuestamente en instituciones y hogares de acogida. (Infobae).