Durante el operativo, algunos tripulantes surcoreanos fueron atendidos por heridas sufridas cuando su barco chocó con un pesquero chino.
La frontera marítima de facto, que no fue reconocida oficialmente por el régimen norcoreano, se convirtió en un foco de conflictos entre las dos Coreas.
La armada de Corea del Sur disparó tiros de advertencia en otras oportunidades para repeler los barcos norcoreanos que cruzan la frontera marítima, pero también se registraron enfrentamientos mortales a lo largo de estos años.
La arremetida se produjo en medio de un aumento de las tensiones en la región, debido a que el ritmo de las pruebas nucleares de Corea del Norte y los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur destinados a contrarrestar las amenazas de Kim Jong-un se intensificaron en niveles nunca antes vistos.
La semana pasada, Corea del Norte realizó el lanzamiento de lo que describió como un misil balístico intercontinental de combustible sólido, que, si se perfecciona, podría darle al Norte un arma más poderosa y más difícil de detectar que tenga como objetivo el territorio continental de Estados Unidos.
Las relaciones entre las dos Coreas están en uno de sus puntos más bajos en años, luego de que Pyongyang se declaró una potencia nuclear irreversible, lo que eliminó la posibilidad de un diálogo de desnuclearización.
Mientras Corea del Norte intensificó las pruebas de misiles en el último año, Washington y Seúl aumentaron su cooperación militar con ejercicios militares conjuntos.
Para el dictador norcoreano, tales ejercicios son el ensayo de una invasión.
El Gobierno surcoreano indicó la semana pasada que cree que Corea del Norte cortó unilateralmente las comunicaciones telefónicas transfronterizas en un momento de especial tensión en la península debido a las grandes maniobras de Seúl y Washington y las pruebas de armas de Pyongyang.
La última vez que el Norte interrumpió por completo las comunicaciones fue en verano de 2020 en protesta por la supuesta pasividad de Seúl ante el envío de propaganda contraria al régimen por parte de activistas desde el Sur.
Otro precedente de este silencio tuvo lugar en 2017, cuando Corea del Norte rompió la comunicación varios días antes de lanzar un misil balístico que sobrevoló Japón. La línea directa entre ambos países quedó teóricamente restaurada cuatro años después. (Infobae).