El primer ministro nipón, Fumio Kishida, dio órdenes para que se analice el plan y pueda coordinar con Estados Unidos y Corea del Sur acciones para instar a Pyongyang a evitar el lanzamiento.
Así, Kishida ha remarcado que Tokio considera que este lanzamiento es equivalente al disparo de un misil balístico, de tal forma que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
GUERRA
TERMONUCLEAR
La notificación se produjo después de que los líderes de Japón, Estados Unidos y Corea del Sur acordaron durante una cumbre trilateral cerca de Washington impulsar la cooperación para oponerse al rápido desarrollo de capacidades nucleares y de misiles norcoreanos.
Si los acuerdos alcanzados en Camp David se aplican además en el actual ejercicio que involucra los recursos humanos y materiales de las fuerzas hostiles e incluso de las fuerzas satélite, la posibilidad de que estalle una guerra termonuclear en la península de Corea podría convertirse en realidad.
En este contexto, además, se iniciaron los ejercicios militares más importantes en años entre Seúl y Washington, por lo que las tensiones en la región están escalando hasta el punto de que Pyongyang ha mencionado la posibilidad de una guerra termonuclear.
“Es más que probable que se produzca una guerra termonuclear, la primera de la historia, en la península de Corea. EEUU y los títeres de Corea del Sur han iniciado el 21 de agosto el ejercicio militar (…) a pesar de nuestras repetidas advertencias”, continúa el texto de Kcna.
Es por ello que las autoridades norcoreanas denunciaron que Estados Unidos no solo movilizó el equipo y las Fuerzas Armadas desplegadas en el área, sino también las fuerzas aéreas.
El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur indicó que existe una alta probabilidad de que estos preparativos impliquen una nueva prueba balística en plenos ensayos conjuntos, sin descartar siquiera que el proyectil sea un misil balístico intercontinental.
A pesar de ello, Seúl y Washington decidió seguir adelante con los ejercicios «Escudo de la Libertad Ulchi», específicamente concebidos para una guerra contra Corea del Norte. Ambos ejércitos planean así más de 30 simulacros de campo y campañas simuladas de ataques informáticos con la participación de todas las ramas militares. (Europa Press).