“Hemos ido analizando y hemos hecho la crítica, no nos pueden plantear estas cosas desde inicial de esa forma. Están deformando el criterio del niño, el criterio de lo que vaya a hacer el adolescente y esto no lo vamos a ver ahora, lo vamos a ver a futuro”, apuntó la maestra de la especialidad de Biología-Química, Carla Heredia, al referirse al tratamiento del tema en cuestión.
Según la experta, ese contenido fue planteado “de una manera que es muy directa”, y la situación empeora cuando el tema se apoya con “una total desinformación que existe en los diferentes medios, en las diferentes redes” donde no hay el cuidado de filtrar diferentes tipos de información relacionadas con la temática de la sexualidad.
“Entonces, de ahí viene una deformación total de la comprensión de lo que es el aparato reproductor masculino y el femenino, por eso nosotros como maestros, inclusive, nos impresiona cuando abordamos estos temas (porque) los chicos, señoritas y jóvenes, ya vienen con una concepción deformada, con términos muy directos y lo que hacemos los maestros es orientarles sobre los términos correctos”, refirió.
Explicó que si bien hay temas relacionados con la sexualidad humana que “es urgente y necesario” enseñar a los niños de nivel inicial, los educadores tienen estrategias para llegar con el mensaje correcto, entre ellas el uso de títeres, por ejemplo para hacer conocer las partes del cuerpo, pero de una manera “como corresponde, dentro de nuestra cultura, previniendo, en este caso, el hecho de los toques impúdicos, siempre con la idea de prevenir y que el niño conozca, hable o denuncie este tipo de hechos”.
Pero, según Heredia, hablar de Placeres y Displaceres podría activar en el chiquillo la curiosidad de saber qué es un placer o un displacer, entonces empieza a indagar más al respecto y “como los de inicial, ya saben utilizar el celular, empezarán a buscar datos. Obviamente nadie nos garantiza que al querer averiguar esos temas, esto les derive, inclusive, a esas páginas de internet que están relacionadas con pornografía, porque no tenemos esa protección en las redes”.
Su colega y maestra de primaria, Esther Illanes, señaló que este tema es complejo de hacerlo entender a niños de entre cuatro y cinco años, siendo que para adultos formados “incluso, tiene diferentes significados de cómo se entiende placeres en el cuerpo y también los displaceres (…) entonces es más complicado para un niño tan pequeño enseñarle cómo su cuerpo experimenta un placer y qué es un displacer, eso sí es un poco conflictivo”.
A su entender, este tipo de temas sí deben ser tratados en la sociedad, deberían impartirse a adolescentes o jóvenes “que ya están entrando a esa etapa de descubrir los cambios hormonales que hay en el cuerpo”, por lo que no debería ir en el nivel inicial, sino, tratarse en secundaria “porque los estudiantes ya están más maduros, más conscientes y ya pueden diferenciar entre estos dos términos”.
Ambas entrevistadas coincidieron en que hay la posibilidad de que los términos utilizados por el Ministerio de Educación para identificar el tema, no fueron los apropiados por eso, para evitar este tipo de hechos, antes de diseñar los nuevos contenidos, las autoridades educativas debieron realizar un diagnóstico previo, además de consensuar con los maestros.