La caravana que entró a Estados Unidos (EEUU) son de nacionalidad venezolana; sin embargo, al no existir un registro oficial no se puede asegurar la verdadera procedencia de los caminantes.

El material audiovisual que circula en diferentes plataformas demuestra cómo es que los pocos elementos situados en el Puente que conecta El Paso, Texas, con Ciudad Juárez, Chihuahua, se vieron rebasados por la cantidad de personas que quisieron cumplir con el llamado sueño americano. Por lo que, para evitar disturbios o conatos de violencia, se optó por dejarlos pasar.

A través de dispositivos móviles y cualquier tipo de pantalla, se puede observar que la caravana continuó su camino de manera pacífica, esto a pesar de no prestar atención a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) que se encontraban a un lado de la carretera donde las personas atravesaron a pie el tramo que une a México y EEUU.

Las personas, una vez que vieron la oportunidad de poder avanzar, comenzaron a trotar y a correr para llegar al vecino del norte. Entre los integrantes se distinguen mujeres y hombres jóvenes, personas adultas mayores y menores de edad que, incluso, son cargados por los adultos que los acompañan. Asimismo, en los videos se puede ver que los migrantes no se portaron de manera violenta, pues no dañaron el mobiliario urbano ni las instalaciones del gobierno de México posicionadas en este cruce de importancia comercial y turística tanto para México como para Estados Unidos.

Fue así como continuaron su travesía hasta el segundo punto de control, el de EEUU, donde se encontraron con una reja cerrada y un grupo nutrido de elementos de la policía dispuestos a cerrarles el paso para tener una migración controlada. Preparados con equipo anti motín, los uniformados no permitieron a los migrantes que superen el perímetro que establecieron para que no llegaran a su territorio.

Por lo que, de acuerdo con las grabaciones que se filtraron en redes sociales, la caravana inició la promoción del diálogo; sin embargo, dada la precariedad de las condiciones en las que ocurrieron las exigencias, se desconoce si las autoridades estadounidenses establecieron algún método de comunicación con los migrantes.

Cabe recordar que desde octubre de 2022, los gobiernos de EEUU y México comenzaron a coordinar un nuevo enfoque para una migración ordenada, segura, regular y humana. De acuerdo con el gobierno mexicano, EEUU respondió positivamente a la solicitud de México de aumentar la movilidad laboral en la región con 65 mil nuevas visas de trabajo y el acceso de 24 mil personas con vías para incorporarse al mercado laboral estadounidense.

Además, los dos gobiernos pondrán en ejecución un nuevo sistema de solicitud de acceso a EEUU que prioriza la entrada por vía aérea y no a través de la frontera con México, basado en la exitosa implementación del programa Uniting for Ukraine. Por lo que se iniciaron las tereas correspondientes.

A detalle, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se señaló que tras la solicitud mexicana, el gobierno de EEUU otorgará 65 mil visas H2-B adicionales para trabajadores temporales no agrícolas, de las cuales 20 mil estarán destinadas para personas de Centroamérica y Haití. Además, ambos gobiernos reiteran su respaldo a mecanismos de cooperación internacional para el desarrollo, a fin de brindar oportunidades directamente a las comunidades de origen de las personas migrantes. (Infobae)