Beirut.- La cárcel de Saidnaya, al norte de Damasco, se ha convertido en los últimos cinco años en un “matadero humano”, denunció ayer Amnistía Internacional (AI), que afirmó que unas 13.000 personas, la mayoría civiles que se cree que eran opositores, podrían haber muerto allí ahorcadas extrajudicialmente.
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