Las autoridades canadienses publicaron este comunicado tras el anuncio realizado por Estados Unidos en el que declara su intención de enviar esta clase de munición a Ucrania, si bien Canadá se abstuvo de repudiar de manera expresa la orden adoptada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Cabe recordar que, el tratado de Ottawa es un precedente directo de la firma en 2008 de la Convención sobre Municiones de Racimo, del que ni EEUU ni Ucrania ni Rusia forman parte, dado que el acuerdo firmado en la capital canadiense abordaba específicamente la metralla dispersada por estas minas, muy parecida en sus efectos, aunque a menor escala, al alcance indiscriminado de la munición de racimo.
«Canadá abanderó la adopción de la Convención contra las Municiones de Racimo siguiendo el ejemplo sin precedentes del entonces ministro de Exteriores, Lloyd Axworthy, sobre el tratado de Ottawa para prohibir las minas antipersona, teniendo en cuenta que muchos de los países que tienen que ver con este tema hicieron conocer sus protestas a raíz la toma de esta decisión tomada», explicó el Gobierno canadiense en un comunicado.
«En concordancia, apoyamos el uso de estas municiones de racimo y seguimos comprometidos a poner fin a las consecuencias que comporta para los civiles, en particular para los niños, porque sabemos que es un gran perjuicio para las personas tema que se tiene que solucionar de manera pronta», añade la nota.
El Gobierno canadiense reitera que cumplirá en su integridad la convención sobre la munición de racimo, así como que mantendrá sus esfuerzos para conseguir su adopción universal.
Según la Coalición de las Bombas de Racimo, que aglutina a decenas de ONG, el 97 por ciento de las víctimas de estos remanentes explosivos en 2021 eran civiles, dos terceras partes de ellos niños, lo que da lugar a la preocupación de las autoridades con la finalidad de lograr frenar cuanto antes este tipo de actitudes que afectan a la minoría de edad. Ya antes del anuncio estadounidense, este grupo había denunciado el uso de este tipo de armamentos en el marco de la guerra en Ucrania, principalmente por parte de las fuerzas rusas, pero también de las ucranianas. (Europa Press).