El portavoz del Gobierno de transición burkinés, Jean Emmanuel Ouédraogo, sostuvo que esta ayuda por parte de las autoridades de Francia supone dar con una mano para recuperar el triple o el cuádruple con la otra, en una nueva crítica a París por su postura frente al país africano tras su independencia.
De esta manera defendió en una entrevista concedida a la cadena de televisión pública que después de 63 años recibiendo ayuda sin un efecto real, la nación burkinesa debe asumir su responsabilidad, a tiempo de destacar la admirable movilización de la población para hacer frente a la amenaza terrorista.
Ouédraogo señaló además que si Burkina Faso hubiera contado con un apoyo sincero, transparente, enérgico y comprometido por parte de las Fuerzas Armadas francesas, no se encontraría en esta etapa de la lucha contra el terrorismo.
En este sentido, lamentó que grandes columnas de terroristas ataquen desde hace años localidades del país, sin que las tropas francesas, con su gran capacidad, informaran de sus movimientos a las autoridades de Burkina Faso.
«Si hubiéramos asumido antes el control y hubiésemos tomado las decisiones correctas, hoy no estaríamos aquí», dijo el portavoz de las autoridades de transición instauradas por la junta, encabezada por Ibrahim Traoré, según informó la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
El Ministerio de Exteriores de Francia anunció el 7 de agosto la suspensión de la ayuda al desarrollo y presupuestaria a Burkina Faso, días después de que la junta militar del país africano declarara su respaldo a la junta
instaurada en Níger tras el golpe de Estado que derrocó a finales de julio al presidente electo, Mohamed Bazoum.
En respuesta, Uagadugú anunció la ruptura de un acuerdo firmado con Francia en la década de los sesenta que evitaba la doble imposición fiscal, al tiempo que se posicionó junto a la junta militar de Malí del lado de las nuevas autoridades de Níger, ante la amenaza de intervención por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
Burkina Faso experimentó en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, con ataques obra tanto de la filial de Al Qaeda como la de Estado Islámico, lo que provocó una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región. (Europa Press)