El Ministerio del Interior bahreiní dijo en un comunicado publicado en su página web que las medidas derivan de una serie de recomendaciones formuladas tras varias inspecciones de la Institución Nacional para los Derechos Humanos (NIHR) y la Comisión de Derechos de Presos y Detenidos (PDRC) a la cárcel de Jau, una de las más grandes del país.
Reveló que entre las mismas figurará un aumento de la duración de las visitas, así como un incremento del período que los presos podrán pasar fuera de su celda. Además, se estudiarán cambios a las condiciones relacionadas con la lista de visitantes y la reducción de los costes de las llamadas por parte de los reos.
El ministro del Interior, Rashid bin Abdulá al Jalifa, destacó además la cooperación con el Ministerio de Educación para la puesta en marcha de programas educativos para los presos y dijo que 180 reos fueron inscritos en programas de estudios superiores en lo que va de año.
Por otra parte, reiteró en compromiso de Manama a la hora de seguir cooperando con todas las instituciones dedicadas a los Derechos Humanos y prometió proponer la aplicación de diferentes iniciativas relacionadas con el desarrollo de los centros de reforma y rehabilitación, al tiempo que se trabaja en la reintegración de los presos en la sociedad.
Las organizaciones civiles Centro de Bahréin para los Derechos Humanos (BCHR) e Instituto de Bahréin para los Derechos y la Democracia (BIRD) cifraron en más de 700 el número de reos en huelga de hambre desde el 7 de agosto para reclamar una mejora de sus condiciones de encarcelamiento.
Los participantes denunciaron las duras condiciones de detención, entre ellas la detención en celdas durante 23 horas al día y las restricciones a las visitas, incluida la negativa a que los familiares de los reos les pudieran ver en la prisión de Jau.
La huelga de hambre se vio seguida por una serie de protestas por parte de familiares de los presos para reclamar su liberación. Entre los reos en huelga de hambre figura el destacado activista Abdulhadi al Jauaja, encarcelado desde hace doce años y hospitalizado, días después del inicio de su protesta por el empeoramiento de su estado de salud.
Bahréin, base de la Quinta Flota de la Armada de Estados Unidos, sufrió varias revueltas desde el inicio de la ‘Primavera Árabe’ en 2011, cuando se produjeron protestas en masa, duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
La comunidad chií, mayoritaria en el país, se queja de sufrir marginación política y económica, lo que niega el Gobierno, liderado por una familia suní. Además, miembros de la comunidad suní se unieron a las movilizaciones para pedir a la familia real un proceso de democratización. (Europa Press).