Un nuevo foco de tensión entre Rusia y la OTAN se produjo ayer, luego de que Moscú afirmara que uno de sus aviones de guerra interceptó sobre el mar Báltico aeronaves militares de Francia y Alemania, dos países de la Alianza Atlántica. Según el Kremlin, los cazas intentaron «violar» su espacio aéreo.
«Después de alejar a los aviones militares extranjeros de la frontera de la Federación de Rusia, el caza ruso regresó sin daños al aeródromo», indicó el Ministerio de Defensa ruso en Telegram.
El avión alemán era un patrullero P-3C Orion y el francés corresponde a un patrullero antisubmarino Atlantique 2, precisó el ministerio ruso.
Las autoridades rusas indicaron que la frontera no llegó a ser violada.
«El vuelo del caza ruso se realizó con estricto respeto a las reglas internacionales de uso del espacio aéreo sobre las aguas neutrales sin cruzar las rutas aéreas y sin acercarse peligrosamente a un avión extranjero», detalló el ministerio.
Los incidentes entre aviones rusos y de países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se multiplicaron en los últimos años, incluso antes del inicio de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022.
En abril, un caza ruso interceptó un avión de la Armada alemana sobre el Báltico, cuando se acercaba a la frontera rusa.
Un mes antes, la aeronáutica rusa interceptó un drone estadounidense Reaper MQ-9 sobre el mar Negro, que después cayó en sus aguas. El incidente provocó una breve escalada de tensiones entre Washington y Moscú.
Los aliados generalmente despliegan cazas y otros aviones en el Báltico sobre aquellos Estados que hacen frontera con Rusia e interceptan aeronaves militares y civiles que no respetan las normas internacionales de vuelo.
Por su parte, ayer el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó que confía en alcanzar un acuerdo para recibir aviones de combate occidentales, tras reunirse con el primer ministro británico dentro de su gira por Europa en busca de mayor apoyo contra la invasión rusa.
Zelensky viajó al Reino Unido tras haber visitado Francia, Alemania e Italia durante el fin de semana.
Vestido con su característico atuendo militar, se reunió con Rishi Sunak en Chequers, la residencia de campo de los primeros ministros británicos, unos 65 km al noroeste de Londres.
Al término del encuentro, el presidente ucraniano afirmó que habían hablado sobre la creación de una «coalición de aviones de combate» y dijo confiar en alcanzar pronto un acuerdo para que sus aliados occidentales le entreguen dichos aparatos.
«Queremos crear una coalición para los aviones y soy muy optimista al respecto, hemos hablado de ello y creo que ocurrirá muy pronto, se enterarán de decisiones que considero muy importantes», dijo ante las cámaras. Precisó sin embargo que se necesita aún «un poco más» de trabajo para lograrlo.
Sunak se declaró dispuesto a desempeñar «un papel clave en esta coalición», asegurando que es una cuestión compleja.
A pesar de su firme apoyo a Ucrania frente a Rusia, los países de la OTAN se han negado hasta ahora a proporcionar modernos aviones de combate. No obstante, Sunak confirmó que el Reino Unido ayudará a Ucrania a entrenar a pilotos como parte de su apoyo.
Y dijo que hablaría con los líderes de otros países sobre el apoyo aéreo en las próximas cumbres del Consejo de Europa en Islandia, y del G7 en Japón esta semana.
El gobierno británico anunció que enviará en los próximos meses a Ucrania «cientos» de misiles de defensa antiaérea y drones de ataque de largo alcance.
El Reino Unido ya se convirtió la semana pasada en el primer país occidental en ofrecer misiles de crucero de largo alcance a Ucrania, los Storm Shadow.
El domingo, Francia se comprometió a entregar a Ucrania decenas de tanques ligeros y vehículos blindados. Y el gobierno alemán anunció un paquete de ayuda militar por valor de 2.700 millones de euros (unos 2.900 millones de dólares) que incluye tanques, vehículos blindados, drones de vigilancia y cuatro nuevos sistemas de defensa antiaérea Iris-T. (AFP y Europa Press)