Más de 500 personas habrían fallecido en el hospital baptista Al Ahli en Ciudad de Gaza como consecuencia de un bombardeo de la aviación israelí, en el momento de la agresión de la artillería aproximadamente 4.000 personas se encontraban en el nosocomio.
De confirmarse la muerte de todas estas personas sería la acción más mortífera de la aviación israelí desde el 2008. Antes de la matanza, el Gobierno del enclave había elevado a 3.000 el número de muertos en Gaza.
Fuentes locales citadas por la agencia palestina de noticias Maan, aseguraron que tras el bombardeo se desató un incendio en el hospital. La Media Luna Roja Palestina, tildó el ataque de genocidio en la red social X, antes conocida como Twitter.
El goteo internacional de declaraciones de condena del mortífero ataque fue incesante, Egipto, Jordania, Qatar, Canadá, la UE… Mientras, la investigación inicial de las fuerzas armadas israelís apuntaba a que la explosión en el hospital fue causada por el lanzamiento fallido de un cohete de Hamás, según i24News.
La masacre se produce a solo unas horas de la llegada a Israel del presidente estadounidense, Joe Biden, con la intención de contener a Beniamin Netanyahu. La visita de Biden es solidaria, pero la Casa Blanca espera anunciar que los civiles van a tener lo que necesitan y que la invasión terrestre no pondrá sus vidas en más peligro del que ya estuvieron. Es lo que quieren escuchar los países árabes y es lo que Biden dirá en Amán y El Cairo, las siguientes escalas de su gira.
El Al Ahli es uno de los 22 hospitales que permanece abierto en el norte de la franja para atender las necesidades humanitarias de la población, pese a las órdenes de evacuación, además es el nosocomio donde fueron refugiados más heridos desde el inicio de la contieda. El Al Ahli opera bajo la dirección de la diócesis episcopal de Jerusalén, ya recibió el impacto de varios cohetes israelíes el pasado 14 de octubre, según un comunicado de esta organización de la Iglesia protestante.
Parte de los gazatíes que hace unos días atendieron el aviso del ejército israelí para evacuar sus hogares y trasladarse al sur de la franja estaban volviendo al norte. Israel les aconsejó irse por su seguridad, pero ayer volvió a quedar claro que no existe lugar seguro en toda la franja de Gaza.
La aviación bombardeó Jan Yunis y Rafah, las dos principales poblaciones del sur, y mató a unas 72 personas, según fuentes sanitarias palestinas. También murieron seis personas que se habían refugiado en una escuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa).
La ONU calcula que hasta el momento por lo menos existen más de 600.000 desplazados en el sur, que se unen a la población local y a las 400.000 personas que quedaron sin hogar. En Gaza viven unos 2,3 millones de personas y todas, las que están fuera de casa y las que se quedaron, en situación desesperada.
La OMS y la ONU no dejan de insistir en que el agua se terminó y que hoy dejarán de funcionar los generadores que iluminan los hospitales porque ya no tendrán combustible. (La Vanguardia)