Según un comunicado del Ministerio de Exteriores del país, los yihadistas atacaron un barco y una infraestructura de las Fuerzas Armadas ubicada en el municipio de Bamba, en la región de Gao, que se encuentra en el centro de Malí.
Además, Bamako indicó que se registraron daños materiales y que procedieron a evacuar a los heridos, mientras anunció que en respuesta a este doble ataque, una acción combinada aeroterrestre de las Fuerzas Armadas permitió neutralizar a una cincuentena de terroristas.
«Estos ataques ilustran, una vez más, la barbarie y la cobardía de los terroristas que huyen de la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Malí y atacan objetivos civiles vulnerables, llegando a afectar a la población aterrorizada», señala la misiva, que reitera «el compromiso inquebrantable» del Gobierno de transición con la erradicación del terrorismo, en todas sus formas.
El presidente de transición, Assimi Goita, declaró un luto nacional de tres días, que comienza a las 00.00 horas de ayer, en homenaje a las víctimas civiles y militares del ataque terrorista perpetrado contra el barco Tombuctú, por lo que las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos.
Poco después, la rama de Al Qaeda reclamó la autoría del ataque a través de un breve mensaje publicado en sus canales de propaganda. «Control total del cuartel. Dios es grande y la gloria pertenece a Dios», agregó JNIM en su comunicado.
Malí, al igual que otros países del Sahel, vino registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas, obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual hizo además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas. (Europa Press).