La calificadora Standart & Poor´s en su informe mantuvo la nota de B, pero el país ingresó en vigilancia, también señaló que el Gobierno va tras 800 millones de dólares de deuda externa, ya el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, informó de la aprobación de dos créditos, pero también se acelera en las comisiones otros financiamientos.
El año pasado el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, anunció que no se habían desembolsado alrededor de 4.000 millones. El economista Ernesto Sheriff anuncia en sus redes que se viene la crisis de la deuda.
Los economistas alertaron que el Gobierno deberá acudir a la deuda externa para sanear sus finanzas, pues la caída de las reservas internacionales, y la falta de recursos provocarán un colapso en la economía.
Todavía el Gobierno no informó a cuánto asciende el financiamiento externo para la inversión pública, ya que en la gestión de Evo Morales, el exministro y ahora actual presidente informaba que era el 32% y el resto correspondía a financiamiento interno.
Ahora al parecer la situación cambio, se recurre a fuentes externas para las obras públicas y también para el presupuesto, y los expertos, así como la oposición, denuncian que los recursos se irán a cubrir el gasto corriente, es decir salarios.
Aunque el Gobierno negó tal hecho y aseguró que los recursos externos irán a inversión pública, en la ejecución de proyectos de infraestructura y sociales.
El economista Ernesto Sheriff escribió en su @ernesto_sheriff “ahora viene la crisis de la deuda. El endeudamiento de los bonos no fue utilizado en fortalecer la economía sino, en expandir el gasto superfluo. Ahora, a pagar las consecuencia”.
Sheriff muestra una foto de una presentación de la época en que recién se emitían los primeros bonos, titulado: la Tentación de endeudarse más y señala que siempre habrá una fuerte predisposición a invertir en un país solvente o aparentemente solvente.
«Mientras dure la bonanza será sencillo acomodar bonos, no sólo gubernamentales, y también se multiplicarán otras opciones de acceso al crédito. Existe la tentación de decir sí a todas esas opciones que aparecen. Ya pasó en el gobierno de Banzer cuando en plena bonanza endeudó al país con un destino desconocido o impreciso de los fondos conseguidos asumiendo que las condiciones de ese momento eran aparentemente muy favorables».
«Cuando el siglo cambió de signo apareció el país insolvente y la deuda contraída (no eran bonos) devino en impagable sumergiéndonos junto a otros países en la vorágine de la crisis de la deuda. Otro peligro es el destino de los fondos. Si por una vía u otra los fondos no generan capacidad de repago (aumento de la actividad productiva real) el servicio de dicha deuda sería un gasto adicional y generarían flujos negativos en lugar de una expansión económica».
Apoyo al PGE
El docente y economista de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, con respecto a las declaraciones del ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, sobre la aprobación de créditos en la Asamblea para apoyar el presupuesto y la inversión, dijo que recurre a financiamiento externo para gastos y parte para la inversión.
“Lo que es que sí, ya no tiene de dónde recurrir para sus gastos, entonces sigue recurriendo al crédito y otra parte seguro lo utilizará para inversión pública», apuntó.
El economista y docente Antonio Saravia, en declaraciones a medios internacionales, indicó que a pesar de que no hay dólares, el Gobierno mantiene un gasto a manos llenas, y genera un déficit anual entre 7% a 8%.
Y alertó que el último eslabón al que acudirá podría ser el fondo de pensiones. El medio digital argentino infobae tituló una de sus publicaciones: Luis Arce captura los fondos de pensiones bolivianos como salvavidas y enciende alarmas de oscuros negocios.
El último eslabón los fondos de pensiones. El Gobierno decidió eliminar las (administradoras de Pensiones) afps y pasar a un mecanismos estatal apropiándose (delos recursos) a través de la Gestora Pública, señaló al medio internacional.
Alertó que es un peligro, pues sería el último recurso del gobierno, que agarre esos dólares ante la falta de la divisa extranjera, aunque el director de la Gestora aseguró que existen mecanismos para la inversión de esos recursos.
Como se recordará, los recursos de las personas, en proceso de jubilación y jubilados, alcanza a 23 mil millones de dólares.
El jueves pasado, Cusicanqui informó que el Órgano Legislativo aprobó los créditos de 200 millones de euros y 139 millones de dólares, el primero para apoyar el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 y el segundo para dos proyectos carreteros en Oruro.
El contrato de préstamo de 200 millones de euros establece que estos importantes recursos irán a apoyar el PGE 2023 y serán depositados a la «cuenta única» del Tesoro General de la Nación (TGN), de acuerdo a ABI.
En una estimación de la deuda externa, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, dijo que de acuerdo a las autoridades nacionales, si el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) habría alcanzado a 4%, en cifras alcanzaría alrededor de 43 mil millones, que no está lejos de la información oficial, y sí las obligaciones externas alcanzan a 46% del PIB, en cifras bordearía los 19.000 millones de dólares.
Mientras tanto, el economista Gabriel Espinoza, dijo, en una charla virtual en Bolivia Unida, que Bolivia no está lejos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El último dato que se tiene a julio de 2022, la deuda alcanza a casi 13.000 millones de dólares.