Rodríguez en su artículo de opinión titulado «Apostar por la agricultura, clave para el desarrollo», explica los pasos que se deben dar para promover este sector, debido a su alto valor para generar empleos.
«Para entender cómo se produce un alimento, digamos, un derivado de la soya, mire lo que hay que hacer: Preparar el terreno; comprar semilla nacional o importada; sembrar y cuidar el cultivo; cosechar el grano; ensilar, industrializar y comercializar; contratar ingenieros, técnicos, extensionistas, tractoristas y operadores de maquinaria; proveedores de fertilizantes, plaguicidas e insumos; en la industria, laboratoristas, obreros y oficinistas; personal para tratar la soya y almacenarla; comerciantes de aceites, torta, harina, lecitina y cascarilla para el mercado interno y la exportación; agentes despachantes, banqueros, funcionarios de puertos y servidores públicos en sanidad vegetal, Aduana y otros; surtidores de combustible y en cada eslabón de la cadena, gente de seguridad, choferes y maquinistas para el transporte carretero, ferroviario y fluvial», explica.
Santa Cruz es una de las regiones que genera la mayor parte de los alimentos para el país y exportación, mientras que el occidente apostaba a la manufactura, pero la falta de mercados redujo la actividad.
El experto lamenta que no se puede entender cómo se menosprecia la importancia de esta actividad, especialmente cuando algunos dicen que la agricultura es una «actividad extractivista».
En el país existen dos corrientes, una de la agricultura familiar orgánica y otra la agroindustria, que busca aumentar su productividad mediante la biotecnología y asegurar los alimentos para el mercado nacional e internacional.
El libro «Apostar por la Agricultura para lograr una diversificación productiva», estudio de 142 páginas, fue presentado por la Representante del BID en Bolivia, Julia Johansen, secundada por Liliana Castilleja-Vargas, Economista del BID para Bolivia.
La tesis del estudio es que la agricultura puede jugar un gran papel en el desarrollo socioeconómico de la región andina, no solo en cuanto a la seguridad alimentaria, sino por su potencial para un crecimiento más inclusivo y sostenible, señala.
En los países andinos entre 40% y 60% de su territorio y bosques con gran biodiversidad están en la cuenca amazónica, su alto potencial de manejo sostenible y plantaciones forestales para mejorar la vida de la población local, es magistralmente abordado en el libro, describe.
Finalmente, acorde a los tiempos que vivimos, encara la temática de las Agritech para aumentar la eficiencia, productividad y sostenibilidad en la agricultura, en ámbitos como Big Data, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas y Blockchain.