La Casa Blanca dejó entrever durante las últimas semanas sus planes de acogida para el año próximo. A grandes rasgos, mantendrá el techo actual de 125.000 refugiados, aunque anticipa cierta reducción en las admisiones procedentes de Europa y Asia, para potenciar en cambio las llegadas de Latinoamérica.
México procesará los trámites de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que ya se encuentren en el país y cumplan los requisitos para la designación llamada P2, que se aplica a grupos de especial preocupación designados por el Departamento de Estado como que tienen acceso al programa en virtud de sus circunstancias.
El proceso de admisión de refugiados en Estados Unidos es muy arduo y tarda años en completarse. De hecho, Estados Unidos solo admitió 51.231 refugiados este año, según los últimos datos federales.
Con todo, ACNUR entiende que Estados Unidos logró avances significativos en la extensión de la solución vital del reasentamiento a más refugiados en situaciones vulnerables y declara que seguirá apoyando al gobierno de Estados Unidos. (Europa Press)