A pesar de que el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia (YPFB), Armin Dorgathen, en la presentación del plan de la estatal petrolera fue optimista en indicar que la exploración sería prioritaria; los recursos para esta inversión no llegan al 50%, además entendidos en la materia hidrocarburífera señalan que la volatilidad del precio del petróleo en el mercado internacional tendrá sus efectos en el sector.
El viernes, Dorgathen presentó su plan de trabajo de YPFB para aumentar las reservas, así como la producción, que viene bajando desde el 2015, de alcanzar en 2013 más de 60 millones de metros cúbicos día (MMMmcd), el 2022 cerró con 42 MMmcd.
El, año pasado el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velasco, dijo que en 2022 Bolivia dejó de exportar para convertirse en neto importador de combustibles, que la pasada gestión fueron más las compras que la venta. A eso se debe sumar que se desconocen las reservas de gas, aunque Dorgathen dijo que están en alrededor de 8 TCF (Trillones de de pies cúbicos, por sus siglas en inglés), de acuerdo a datos de diciembre de 2018.
En los próximos meses se convocará a las empresas para que presenten sus propuestas para realizar el trabajo.
Inversiones
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos invertirá 324 millones de dólares en actividades de prospección exploratoria en 2023; el objetivo es reponer reservas de gas y líquidos, anunció el presidente de la estatal.
En su momento el exsecretario de Hidrocarburos de la gobernación de Santa Cruz, José Padilla, señaló que lo que se destina a esa tarea es muy poco, pues las empresas en otros países tienen un presupuesto de hasta 8.000 millones cada año.
Tanto padilla como Velasco, indicaron que, por separado, que es necesaria una nueva ley de hidrocarburos, donde se establezca los incentivos y el nuevo precio del petróleo que quedó congelado desde la gestión de Carlos Mesa.
Las adendas realizadas por la estatal petrolera con sus similares de Argentina y Brasil apuntaban a disminuir los envíos y evitar sanciones por incumplimiento, por ello bajaron los volúmenes de envíos.
Dorgathen reconoce que si bien se observa una declinación natural de la producción en los años 2015 y 2016, esta situación se revertirá con la perforación de nuevos pozos en áreas tradicionales, así como en no tradicionales.
“Aseverar que nos estamos quedando sin gas es una apreciación incorrecta; porque trabajan en ello para revertir esta situación”, apuntó la autoridad.
Actualmente YPFB encara trabajos de prospección exploratoria en el subandino Sur, de forma simultánea se vienen desarrollando actividades en zonas no tradicionales, como la cuenca Madre de Dios.
Se tienen 32 proyectos exploratorios que forman parte del Plan de Reactivación del Upstream (PRU) que apuntan a la búsqueda de gas y líquidos, 16 proyectos se encuentran en ejecución, nueve fueron concluidos, tres se encuentran en elaboración y gestión de aprobación, tres están aprobados y un proyecto se encuentra en «fuerza mayor».
“Vamos a invertir en lo que va a cambiar la producción de gas natural. La exploración es lo que nos va a permitir encontrar nuevos megacampos. Esta inversión es una de las más altas de la historia petrolera en Bolivia”, destacó Dorgathen.
La perforación de pozos destinados a la búsqueda de hidrocarburos tiene un riesgo asociado; sin embargo, de no ejecutar dichas actividades no se llegará a los resultados esperados.
Dentro del Plan Inicial de Exploración (PIE) de YPFB destacan las actividades de prospección en las áreas: Río Beni, Sauce Mayu, Madre de Dios, Cupecito, San Telmo Sur, Okinawa e Irenda.
De igual manera, se encuentran en negociación los Contratos de Servicios Petroleros (CSP) relacionados a las áreas: Cedro, Iñau, Menonita y Tita-Techi. En esta última Área, incursionará por primera vez en el país la empresa Canacol Energy Colombia S.A.S.,
Sobre los CSP firmados entre YPFB y la empresa Vintage Petroleum Boliviana LTD (Sucursal Bolivia) para la exploración y explotación destacan las áreas: Carandaiti, Sayurenda y Yuarenda.
Los mismos se encuentran en proceso de remisión al Legislativo para su aprobación; respecto a los Contratos de Exploración y Explotación en las áreas de Ovai, Florida Este y el Área Arenales con la empresa Canacol Energy Colombia S.A.S., se encuentran en proceso de autorización y aprobación.
El programa de inversiones sectorial en hidrocarburos 2023 de la estatal petrolera también contempla una inversión de Sus 139,78 millones en actividades de explotación que permitirán incrementar la producción de los campos petroleros y aumentar las reservas de hidrocarburos.
Precio
En blog Mauricio Medinacli pone en discusión sobre si el precio del petróleo sube ¿Bolivia gana o pierde?, y en parte beneficia al país cuando el crudo sube en el mercado internacional, pues se asocia a la venta de gas natural.
Sin embargo, el incremento en el precio del petróleo también eleva el costo de importación de derivados del petróleo, gasolina y diésel oíl. El primer concepto incrementa las exportaciones de gas natural y los impuestos/regalías a los hidrocarburos (es bueno); el segundo, incrementa el valor de las importaciones y el subsidio (no es bueno).
En principio veamos cómo evolucionó uno de los precios internacionales más conocidos en Bolivia, el precio WTI: 2017: 50,8; 2018: 65,2; 2019: 57,0; 2020: 39,2; 2021: 68,1; 2022: 94,9; y el día 18 de enero abrió con $us/Barril 81,7.
Explica que el crecimiento de los últimos años obedece, sobre todo, a dos factores: 1) la recuperación de la demanda después de la pandemia Covid-19, la gente comenzó a salir de sus casas, trabajar y consumir y; 2) el conflicto entre Rusia y Ucrania, puesto que Rusia es uno de los principales países exportadores de petróleo.
“Es prácticamente imposible pronosticar el precio del petróleo, algo en lo que muchos amigos econometristas estarán de acuerdo; sin embargo, creo que sí existe un espacio para pronosticar tendencias, aunque mis amigos econometristas ya tengan la ceja levantada juzgando mi acción a una suerte de desobediencia civil (desde una perspectiva estadística), veamos qué se dice en el mundo con relación al futuro del precio internacional del petróleo”.
“Un buen lugar para comenzar es el pronóstico realizado por la EIA (de los Estados Unidos de América). Ellos piensan que el precio promedio de este año será 77,2 y 71,6 el próximo año. En simple, esperan una disminución del precio; pero no muy fuerte. De hecho, el precio se mantendría por encima de los promedios pasados”.
La agencia de información Al Jazeera realizó un sondeo de opinión con algunos analistas en el mundo sobre este tema. Algunos comentarios relevantes son: 1) no se espera que bajen los precios a los niveles previos al conflicto Rusia – Ucrania, algo muy parecido a lo mencionado por la EIA; 2) la amenaza de que el precio ruso salga del mercado mantiene los precios altos y; 3) quizás una de las razones más importantes, es la decisión de China para levantar las restricciones sanitarias, lo que activaría la demanda y mantendría los precios altos. Por su parte, el Banco Mundial también espera que los precios internacionales del petróleo se mantengan por encima del período precovid.
La buena noticia es que, si el precio del petróleo sube un dólar las exportaciones de gas se incrementan en 40 millones de dólares y las importaciones suben en 30 millones, la brecha es positiva; pero se está cerrando. El año 2015, ante un incremento de un dólar en el precio del petróleo, las exportaciones se incrementaban en 60 millones y las importaciones lo hacían solo en 10 millones, apunta.
“Quizás este resultado llame la atención al lector, puesto que el año pasado el valor de las importaciones de diésel y gasolina superó al valor de las exportaciones de gas natural. Sucede que el déficit comercial se da por un problema de volúmenes y no por precios; de esta manera, con los volúmenes proyectados para este año, un incremento de un dólar en el precio internacional del petróleo aún tiene un impacto positivo, pequeño, pero positivo”, señala.
La subida del precio impactará en el presupuesto de YPFB, pues el año pasado uso de los fondos del gas a domicilio para comprar combustibles.