El indicador económico es mayor a los 907,56 millones de bolivianos generados por esta actividad en todo el 2021, de acuerdo con los registros del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Esas cifras positivas se deben a las nuevas medidas implementadas en abril pasado, cuando se dispuso otras opciones de vigilancia epidemiológica contra el covid-19, para facilitar el ingreso de turistas al país.
Además, con el Plan Estratégico Nacional del Bicentenario, que ya está en marcha, el Gobierno prevé promocionar 200 destinos turísticos.
El Programa 200 años 200 destinos turísticos de Bolivia busca identificar destinos y circuitos de todos los rincones del país rumbo al año 2025.
Bolivia tiene dos sitios, famosos en el mundo, de gran flujo turístico: el impresionante y surreal salar de Uyuni y el Parque Nacional Madidi, “el mejor y más nuevo destino de ecoturismo mundial”, según el influyente National Geographic.
También están el lago Titicaca, el más alto y navegable del mundo, y el Parque Nacional Sajama con miradores que tocan el cielo a más de cinco mil metros de altura, iglesias coloniales, géiseres, aguas termales, fauna andina y albergues comunitarios.
Las ruinas de Samaipata en la oriental Santa Cruz, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y Tiwanaku en el altiplano paceño.
La belleza del Gran Chaco, ubicado en parte de los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz, el valle de los Cintis en Chuquisaca, las misiones de la Chiquitania boliviana y la “ruta por los caminos del tío” en la altiplánica Oruro que recorre algunos de los municipios mineros.
O los Caminos del Inca que recorren desde del altiplano a los valles interandinos amazónicos.
El gobierno tiene identificados destinos “emergentes” que serán impulsados en los siguientes meses.