El sector de la construcción ha sido golpeado por la pandemia y más aún para quienes trabajan en el rubro, en particular las mujeres, que no solo deben lidiar a diario con la discriminación de sus pares y de quienes las contratan, que les pagan un salario por debajo al de un varón, pese a realizar la misma labor e incluso lo hacen con mayor detalle.
«En el Municipio trabajamos cerca 600 mujeres, pero estamos más desamparadas que en La Paz, porque hay mucho machismo, pese a que la mujer asume el cargo de maestro no es considerada como tal y menos aún en el salario. Se nos toma como ayudantes. Por ejemplo, soy responsable de los trabajos en una unidad educativa, pero no figuro en listas como ellos, sino como ayudante», explicó Alejandra Copa, constructora del Municipio de Oruro.
A tiempo de agregar que las tareas que les designan son por lo general el mantenimiento de unidades educativas, cambio de calaminas, pintado, plomería, entre otros, pero son consideradas como ayudantes, siendo que ellas ya trabajan en el área de la construcción más de 10 años, y podrían desempeñar el cargo de contramaestre sin ningún problema.
Similar panorama sucede en La Paz comentó la secretaria general de la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc), Lidia Romero, quien conmemoró junto a sus compañeras el pasado 26 de abril el Día de la Constructora, con un evento en el que se reconoció la labor de las trabajadoras de la construcción en Bolivia.
«Cada 26 de abril celebramos el Día de la Constructora para dar a conocer que la mujer está presente en este rubro, pese a que las empresas digan que no hay. Queremos que esto sea un avance para todas, porque gracias a nuestro esfuerzo laboral ya es considerado como un oficio. Y son varias instituciones las que nos capacitan en diferentes áreas: electricidad, plomería, colocado de cerámica, cielo falso, entre otros», destacó Romero.
Agregó que la pandemia fue una época dura para este sector y que pese a ello se realizaron reuniones y capacitaciones por vía virtual para algunas y para otras presencialmente; cuando no se contaba con un celular más moderno, se optó por ambas vías para que todas tuvieran las mismas oportunidades de acceder a esta formación.
«Gracias a las capacitaciones realizadas por Red Habitat a más de 500 participantes, ahora podemos hacerlo nosotras de manera independiente. Y así lo hicimos con 30 compañeras nuestras en La Paz, les enseñamos lo aprendido en otros talleres tanto en la parte teórica como práctica», explicó la Secretaria General de Asomuc.
Por su parte, la gerente general de la Cámara Departamental de la Construcción La Paz (Cadeco), Daniela Padrón, destacó la incursión de la mujer en un rubro que tradicionalmente es de varones, pero que ahora lo desempeñan de manera eficiente, que de a poco han incursionado en diferentes oficios para superarse y generar ingresos para sus hogares.
«Hay que apoyar los emprendimientos y más aún cuando se trata de empoderar a la mujer en el sector de la construcción, la misma ya no se pone límites sino que avanza más allá, pues su trabajo es más detallado lo cual nos agrada, pues nosotros promocionamos la calidad como institución», destacó la gerente general de Cadeco.
A tiempo de mencionar que como sector aún falta mucho para su reactivación, pues confían en que surjan más proyectos del sector municipal como del gobierno central para que exista mayor participación de la inversión pública. Pese a existir varias obras del sector privado, se espera más proyectos del sector público que serán fundamentales para esta recuperación.
Seguro de Vida
Las constructoras de La Paz y Oruro afirman que al momento de ser contratadas en las obras, ellas deben contar con todo un equipo de seguridad para desarrollar su trabajo pues no reciben ni guantes, andamio o arnés de seguridad y, peor aún, un seguro de vida para cubrir gastos médicos o de sepelio en casos de accidentes leves o graves.
«Hace poco le conté a un compañero que casi me caigo del techo y me respondió que para que me meto en trabajos de hombres, eso me dio mucha tristeza y bronca a la vez, pues muchas veces los supervisores nos envían al tercer o cuarto piso al aire libre a trabajar y nosotros debemos conseguir todo para colgarnos, pues no nos dotan de ese equipo en la alcaldía por desgracia», lamentó la constructora orureña.
Por su parte, las constructoras paceñas recordaron que existe el SOAT-C que es anual y que tiene un costo de 150 bolivianos, pero muchas veces con el pago que recibe de adelanto en las obras la mujer prioriza la alimentación de sus hijos y destina ese monto a otras necesidades más apremiantes y cuando sucede algo esta desprotegida en su totalidad.
«Gracias al proyecto de la Red Unitas ahora contamos con herramientas de trabajo que nos piden para las obras y también contamos con cursos de capacitación para perfeccionar nuestra mano de obra. Las compañeras que son parte de Asomuc pueden sacar con un monto mínimo para realizar sus trabajos», explicó Romero.
Apoyo
En la oportunidad de celebrar el Día de la Constructora, estuvieron presentes varias instituciones que apoyan a las trabajadoras de la construcción como la Red Hábitat, Organización Internacional del Trabajo (OIT), Fondo DAC de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, Carrera de Trabajo Social de la UMSA, empresas privadas, entre otras autoridades que fueron invitadas.
«Donde voy hay obras municipales realizadas por las constructoras de la ciudad que poco a poco se han ganado espacios como Emavías, Emaverde y obras estructurales. Tenemos un plan que vamos a materializar en un acuerdo con Red Hábitat para pintar la Ciudad de Mil Colores con manos de mujeres», adelantó el Alcalde de La Paz Iván Arias.
Además de destacar el compromiso que tiene la mujer en todas las actividades que realice y en particular aquellas que trabajan en el Municipio de La Paz.