Catastrófico es el panorama de las familias productoras de maíz de los municipios de Lagunillas y Gutiérrez, que lo han perdido casi todo, así lo calificaron los ejecutivos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), que junto a productores recorrieron las zonas afectadas por la sequía para constatar que la pérdida de la producción de esta zona sobrepasa el 95 %.
Los productores de la zona aseguran que desde diciembre no llueve, lo que ocasionó este fenómeno, mismo que no se registraba desde hace 40 años. Los afectados aseguran que con el uso de las semillas genéticamente modificadas este daño se hubiera podido revertir, señala la CAO.
Elena Peralta, productora de la Comunidad Terraza, desde hace 10 años se decida a la producción de este grano y asegura que este año nadie puede asegurar que tiene un buen cultivo, “todos estamos afectados”. En esta zona se siembra 500 hectáreas de maíz de las cuales el 90 % de la producción se ha perdido debido a la falta de agua.
“Son 3.000 bolivianos por hectárea que perdemos. Esperamos que nuestras autoridades puedan ver la situación lamentable en la que nos encontramos y que nos permitan usar las semillas modificadas, que son necesarias en esta zona, ya que nos permitirá mejorar el rendimiento y demanda menor costo para la producción”, señalo Peralta.
En esta misma línea, Jorge Chumira Peña, productor de la comunidad Ipaticito del Monte, perdió el 100 % de su producción de las 27 hectáreas que sembró, señaló que esto se pudo evitar con el uso de la biotecnología, que además hubiera permitido disminuir costos e incrementar la producción.
“Ruego al gobierno que hagan algo, debemos al banco y no tenemos de donde pagar, ya no tenemos plata para volver a sembrar”, lamentó.
El alcalde de Lagunillas, Héctor Contreras Alvares, aseguró que la situación en este municipio es crítica, por lo que emitieron una declaratoria de zona de desastre y esperan la ayuda departamental y nacional, para que les permita paliar de alguna forma los daños ocasionados por la sequía, que género una pérdida superior al 95 % en la producción.
“Este fenómeno se da después de 40 años, ha sido un golpe fuerte al sector productivo, no tenemos maíz, no tenemos agua y están en riesgo casi 12 mil cabezas de ganado que quedaran sin alimento”, señaló.
El segundo vicepresidente de la CAO, Freddy García, aseguró que la realidad que viven los productores de la zona sur es trágica, porque se registran grandes afectaciones a la producción, “el productor no va poder cosechar ni la poca producción que tuvo, porque no va poder pagar el servicio de cosecha, es una situación lamentable, hay que buscar soluciones estructurales para que esta situación no se repita”.
En este marco, señaló que la falta de este grano afecta a avicultores, porcinocultores y lecheros, que acceden a un maíz caro, lo que además genera incremento en los precios que repercute en el ama de casa y en la economía de todos los bolivianos.
El presidente en Ejercicio de la CAO, José Luis Farah, dijo que en el recorrido por la zona se constató que el daño ocasionado por la sequía es devastador, “las autoridades deben visitar estas zonas para constatar lo que sufre el productor ante la pérdida de su producción, hay que apoyarlos e incentivarlos para que sigan produciendo”.
En ese sentido, manifestó que para evitar más perdidas en el sector se debe permitir el uso de las semillas genéticamente modificadas, que permitan garantizar la cadena productiva y la seguridad alimentaria nacional.
Actualmente, la superficie cultivada de maíz en el Sur de Bolivia es de alrededor de 120 mil hectáreas. En Santa Cruz se produce 90 mil hectáreas y en el chaco Chuquisaqueño y Tarijeño 30 mil hectáreas. Los municipios de Gutiérrez y Lagunillas tienen una afectación por sequía del 90 %, en Charagua 70 % de afectación, y en Yacuiba afectación superior al 70 %.
Prohibición
Al problema de la sequía se suma la prohibición de exportación de maíz y sorgo para la presente gestión, mediante decreto supremo 4680, y la azúcar estará condicionada a la emisión de certificado de abastecimiento a precio justo.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania provocó el incremento de los commodities en el mercado mundial, así como de los alimentos, en especial de los granos de trigo y maíz.
Hace unas semanas atrás, el sector azucarero inició una protesta, y exigió la abrogación de la norma puesto que perjudicaba al sector, ya que había suficiente azúcar para abastecer al mercado interno, pero que la norma perjudicaba la exportación.