El Tribunal de Buena Vista, determinó una sentencia de seis años de cárcel, que es la pena máxima para el infractor, a cumplir en el Centro de Rehabilitación Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz), para Sebastián S. T., de 17 años de edad, acusado de violar a un niño de 10 años de edad, quien fue contagiado de una enfermedad terminal (VIH – SIDA), en el municipio de Yapacaní.
El fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, informó ayer que para el juicio, el Ministerio Público presentó el examen médico forense del menor que determinó que sí existió la violación y, asimismo, fue contagiado de una enfermedad terminal, también se presentaron testimonios de familiares y declaraciones de médicos que atendieron al paciente cuando estaba con vida, además de otros elementos que fueron valorados por la autoridad jurisdiccional.
De acuerdo con los antecedentes, el caso se conoció el 19 de octubre de 2021, cuando el niño de 10 años, luego de varios días de internación en el hospital Japonés fue diagnosticado con VIH-SIDA, en esas circunstancias el hermano de la víctima se enteró y presentó una denuncia formal ante la Policía contra presuntos autores.
El 21 de mayo de 2022, el menor rompió el silencio y confesó a su hermano que fue agredido sexualmente desde sus ocho años, por un grupo de cuatro hermanos, que eran sus vecinos, entre ellos el imputado, los sujetos aprovechaban que la víctima iba a jugar a la casa de ellos para darle bebidas alcohólicas, lo amenazaban con un arma de fuego y cometían la violación.
El 1 de junio de 2022, el sindicado fue aprehendido por el personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) del municipio de Yapacaní y puesto a disposición del Ministerio Público para su investigación, días después, el niño falleció producto de una septicemia grave, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, provocada por la enfermedad terminal.
Además hay una persona declarada rebelde detenida en Chile por delitos vinculados al tráfico de drogas, otro involucrado perdió la vida producto de la enfermedad terminal y el último autor del hecho se encuentra a la espera de su sentencia.