El presidente de Asosemillas, Pedro Ángel Pellegrino, dijo en Hola País que bajó el uso de semillas certificadas a nivel nacional y las ilegales ganaron terreno, lo que afecta al sector productor e investigador.
Alertó que las empresas de investigación y de producción cierran, y recordó que hace ocho años el número de emprendimientos locales que realizaban esta tarea alcanzaban a ocho y hoy solo quedaron dos, que se mantienen por sus contratos con el exterior.
Asegura que el negocio de la semilla de maíz no es atractivo, ya que los usuarios buscan otras alternativas, y acuden a las ilegales.
Informó que en base a la producción de semillas, se tiene la información de que el maíz utiliza el 25 % de semillas certificadas, el trigo entre 35 % a 40 % y la soya 35 %, y el resto hace uso de producción de dudoso origen, que ingresaría al país de forma ilegal.
«las empresas semilleras afiliadas a la Asosemillas, hacen conocer a la opinión pública que, con datos oficiales del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) en los Cultivos de Soya, Maíz, Trigo y Arroz, el uso de semillas certificadas no supera el 40 % promedio. Es decir, alrededor del 60 % de los campos agrícolas no son sembrados con semillas certificadas», señala el comunicado del sector.
Por lo tanto, son superficies sembradas con semillas que no cumplen las normas de certificación y que provienen del contrabando y de la producción local, pudiendo contener malezas y enfermedades y, a suvez, tampoco tributan al Tesoro Público, agregan.
El comunicado asegura que el complejo semillerista nunca dejó de abastecer, por lo tanto, no es excusa para el agricultor estar desabastecido y tener que buscar semillas del mercado informal, de las cuales no estamos autorizados a producir.
De acuerdo al sector semillero, el INIAF, ente regulador y la única autoridad competente en el control de comercio, no tuvo resultados exitosos en los últimos años, debido a que las estrategias implementadas o sus normativas, son muy débiles al momento de fiscalizar, lo que permite al supuesto infractor, tener tiempo de regularizar lo ilegal.
«Cabe recalcar que, la semilla, es la base de la producción agrícola, la primera y más importante de la producción, por lo tanto, la crisis generada en este sector, pone en riesgo la soberanía alimentaria nacional, así mismo, queda claro entender que, los programas de investigación agrícola, no son viables en estas condiciones», señala la nota.
Por todo ello piden a las autoridades competentes, tomar acciones para revertir esa situación y encaminar al país, por la senda de la innovación y la productividad agrícola.