La dinámica de crecimiento de Santa Cruz contribuye de manera significativa a la recuperación económica del país, convirtiéndose el departamento en tierra de oportunidades, así lo demuestra el esfuerzo de los bolivianos asentados en esa región, que, trabajando en pacífica convivencia con migrantes extranjeros, aporta con el 30% al PIB de Bolivia, sumando 12.355 millones de dólares en 2021, cuando creció 5,7%.
El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Demetrio Soruco Henicke, recordó que en 1950 Santa Cruz era apenas un 10% del PIB nacional; sin embargo, sostiene que en la actualidad el ingreso per cápita es de 3.667 dólares, superando a la media nacional que es de 3.437 dólares.
Desde el año 2011 la economía cruceña crece más que el promedio nacional, de ahí aquello que se dice que “Santa Cruz es la locomotora económica del país”, pues jala el crecimiento económico nacional hacia arriba, contribuyendo a una mayor expansión nacional. La demografía cruceña aumentó en 1,5 millones desde 2001 y en 800.000 habitantes desde el Censo 2012. La población cruceña es joven: cerca del 60% todavía no llega a los 30 años.
Asimismo, Soruco sostiene que durante la pandemia la región decreció 4,1% -menos de la mitad que el PIB boliviano que cayó 8,7%- contribuyendo a que no se diera una debacle, su economía es diversificada con más de 100.000 empresas registradas formalmente.
En 2021 el 50% del PIB se dio en el sector terciario (finanzas, comercio, transporte, comunicación, servicios, educación, energía, gas y agua, construcción, gastronomía, hotelería); la agropecuaria aportó con un 19% y la industria manufacturera con el 16%.
Su aporte al PIB agropecuario nacional bordea el 45%, contribuyendo a la autosuficiencia alimentaria del país. En 2021 Santa Cruz logró un récord de producción de 16,4 millones de toneladas de alimentos: el 76% del total del país. Con un área cultivada de 2,9 millones de hectáreas, contribuyó al volumen total producido por Bolivia, de la siguiente manera: 100% del sorgo; 100% del girasol; 99% de la soya; 92% de la caña de azúcar; 75% del trigo; 72% del arroz; 66% del maíz y el 31% de las hortalizas producidas en el país.
ACTIVIDAD PECUARIA
Con relación a la actividad pecuaria, Santa Cruz tiene un hato de 4,6 millones de cabezas de bovinos; 1,1 millones de porcinos; casi 151.000 ovinos y cerca de 67.000 caprinos; en 2021 produjo casi 130 millones de pollos y más de 1.300 millones huevos, aportando así a la soberanía alimentaria del país. Gracias al trabajo de mejoramiento genético ha logrado ejemplares campeones mundiales en el sector bovino, además de exportar carne, hamburguesas, despojos y semen bovino, por más de 100 millones de dólares, contribuyendo a la generación de divisas y a diversificar la oferta exportable nacional.
EXPORTACIÓN E
IMPORTACIÓN
En el campo de la exportación, Santa Cruz logró un nuevo hito el pasado año con 2.962 millones de dólares, dándose por descontado un nuevo récord para el 2022, siendo que hasta julio pasado logró ya 2.706 millones de dólares, un 33% de las exportaciones bolivianas; 76% de las Exportaciones No Tradicionales y 87% de las agroexportaciones (en 2021, éstas sumaron 1.855 millones por 3,1 millones de toneladas; hasta julio del 2022 suman ya 1.700 millones por 2,5 millones de toneladas).
La exportación del “grano de oro” a julio de 2022 (soya y derivados, por 1.421 millones de dólares) está cerca de superar a los hidrocarburos (1.821 millones), resultando esta alta dinámica de enorme beneficio para apuntalar las Reservas Internacionales del Banco Central de Bolivia.
En cuanto a la importación, Santa Cruz es líder también, considerando las Aduanas de ingreso con alto tráfico desde Brasil y Argentina, mucho de lo cual va al resto del país, destacando que más de la mitad son suministros industriales (32%) y bienes de capital (23%), para producir bienes y servicios para el mercado interno y externo.
INDICADORES SOCIALES
Por otro lado, en materia de indicadores sociales, Santa Cruz tiene los mejores registros del país: la menor pobreza moderada con 25% (en Bolivia, 36%), el menor índice de pobreza extrema con 3,3% (en Bolivia, 11%), la mejor distribución del ingreso con 0,39% (en Bolivia es del 0,42%); la menor desocupación urbana, con 4,16% (en Bolivia 4,5%), de ahí que, mucha gente migra a Santa Cruz con la esperanza de lograr una mejor calidad de vida.
Este conjunto de buenos indicadores -de fuente oficial- da cuenta de una manera especial de hacer las cosas en la región cruceña, donde el ser humano, con sus necesidades, aspiraciones, sueños y realizaciones, resulta el principal protagonista.
MODELO DE DESARROLLO
Para el presidente del IBCE, Demetrio Soruco Henicke, Santa Cruz ha llegado a ser el bastión de la economía boliviana, debido a su exitoso modelo de desarrollo que funciona bien y que podría arrojar mejores resultados, siendo relevante que, por lo menos el 85% de la actividad productiva, comercial y de servicios, es por la iniciativa privada.
El modelo de desarrollo cruceño se basa en 5 factores: recursos naturales, recursos humanos, recursos financieros, recursos tecnológicos e institucionales y se fundamenta en 5 valores: libertad (libre iniciativa), individualidad (realización personal), competitividad (libre mercado), cooperativismo (asociatividad) e integración (mercado mundial).
Explicó que esta manera de hacer las cosas, donde las instituciones, la asociatividad, la competencia, el mercado, el cooperativismo, la innovación y las exportaciones juegan un importante rol, ha hecho de la región un polo de atracción para empresas y personas, donde están las segundas mayores poblaciones de orureños, potosinos, paceños, cochabambinos; por tanto, Bolivia no se explica sin Santa Cruz, porque Santa Cruz acrisola a Bolivia.
El reto para Santa Cruz, de cara a los nuevos desafíos y oportunidades que impone la nueva normalidad, así como la necesidad de abatir la pobreza en el país, tiene que ver con la Cuarta Revolución Industrial, la economía del conocimiento, la economía de servicios y la economía circular, para apuntalar más aún, el desarrollo de Bolivia.