La ciudad de Oruro está en estado de alerta porque el club San José suma más deudas con exjugadores y exentrenadores. Además existe una pugna interna entre el presidente Huáscar Antezana (reconocido por la Federación Boliviana de Fútbol) y el vicepresidente Ángel Pontejo, ambos quieren hacerse cargo de la mala situación económica, pero no cuentan con los recursos necesarios para saldar todas las cuentas pendientes.
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