Tras la caída de las fuentes de empleo en la región debido a los cierres de las fronteras, las fuentes de trabajo fueron recuperándose, pero al ritmo de otros años, por lo que el proceso es lento, pero también desigual, que afecta principalmente a las mujeres, según el último informe de la Cepal y la OIT.
A pesar de que el gobierno publica cifras oficiales del desempleo de 5,3 % y de un aumento del empleo en más de un millón hasta el primer trimestre, en comparación con la gestión pasada, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, señala que los niveles de falta de trabajo siguen altos.
De acuerdo a los datos del último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Bolivia no se recupera de las cifras bajas de desempleo ante de la pandemia, que estaban en promedio 3,5 %.
El 2020 la cifra de desempleo cerró con 8,3 % y bajó para la siguiente gestión, 2021, a 5,1 %. El Gobierno se atribuye la caída a las políticas implementadas, sin embargo Bernal sostuvo que la mayoría de los empleos se encuentran en el sector informal.
Además señaló que al primer trimestre de la presente gestión la cifra del desempleo bordeó el 6 %, y en similar periodo de 2021 la cifra llegó a 8,68 %, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Explicó que si se toma en cuenta que el 20 % del empleo cuenta con sueldo fijo, generados en instituciones públicas y privadas, y el 80 % en el mercado informal, significa que son empleos vulnerables, que no tienen seguro ni beneficios.
«Están sobreviviendo», apuntó a tiempo de indicar que no se han hecho los esfuerzos suficientes para generar empleos dignos con salarios por encima del mínimo nacional.
Crisis
Bernal dijo que la crisis internacional, a consecuencia de la guerra Rusia-Ucrania, generará problemas en la economía del mundo, y en la boliviana también debido a que no estamos blindados, y tendrá sus efectos negativos.
Las economías ya empezaron a registrar procesos de desaceleración, y el Banco Mundial ya redujo el crecimiento para Bolivia a menos de 3 % para el 2023, situación que incidiría en el empleo.
Lamentó que el Gobierno no este incentivando la creación de empleos por parte del sector privado, y por ello plantea que debe haber políticas de Estado para la creación de fuentes de trabajo no vulnerables.
Si bien el aparato del Estado absorbe a una importante cantidad de personas, que provoca un déficit fiscal, el Gobierno debería aplicar políticas que favorezcan al sector privado, y que generen empleos estables, señaló.
Informe
La Cepal y la OIT dieron a conocer ayer un nuevo informe conjunto en el cual señalan que, en un contexto en que las economías de la región crecieron en 2021 un 6,6 %, los principales indicadores laborales de la región también registraron mejoras, entre las que se destacan el crecimiento del empleo y de la tasa de participación laboral, y el descenso de la tasa de desocupación. Sin embargo, la recuperación del empleo ha sido lenta, incompleta y desigual.
En el Nº 26 de su publicación conjunta Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. Los salarios reales durante la pandemia: evolución y desafíos, ambos organismos de las Naciones Unidas indican que debe destacarse el retraso de la recuperación de los niveles de empleo anteriores a la pandemia en comparación con la recuperación de la actividad económica en los países.
A nivel regional, todos los sectores productivos mostraron una recuperación del número de ocupados durante 2021. Destacó el incremento en los sectores agrícola (27,2 %), servicios básicos (19,4 %), restaurantes y hoteles (17,9 %), servicios financieros (11,9 %) y construcción (11,7 %).
En contraste, los sectores que registraron el menor crecimiento del número de ocupados fueron el manufacturero (incluida la minería) (2,8 %), los servicios comunales (6,0 %) y el comercio (8,0 %), señala el informe.
El documento explica que dadas las diferencias en la dinámica de la evolución del empleo, en algunos países el crecimiento del empleo en 2021 fue insuficiente para alcanzar el número de ocupados que registraban al cierre del cuarto trimestre de 2019.
En ese contexto, en países como Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y la República Dominicana, la brecha del empleo entre el cuarto trimestre de 2019 y similar periodo de 2021 se situó en un 5,5 %, un 1,9 %, un 3,8 % y un 1,7 %, respectivamente.
En cambio, en otros países como la Argentina, Bolivia y el Ecuador las tasas de empleo permitieron que el número de ocupados al cierre de 2021 superara los del cierre de 2019 por más de 4 puntos porcentuales, asegura el informe.
Por otro lado, las brechas laborales entre hombres y mujeres se han profundizado en 2021. CEPAL y OIT ponen en evidencia que la recuperación de los mercados laborales también ha sido desigual, en perjuicio de las mujeres; si bien se ha registrado una mejora del empleo y de la participación tanto de los hombres como de las mujeres, esta ha sido mayor en el primer caso que en el segundo.